Gabriel Milito ya trabaja como nuevo entrenador de Chivas de cara al Apertura 2025. Con una identidad clara desde lo futbolístico, su arribo despierta ilusión en algunos sectores, pero también cierta cautela tras los últimos procesos fallidos de la institución. Sin embargo, más allá del esquema, los nombres o los refuerzos, hay algo fundamental que el entrenador argentino debe lograr cuanto antes para tener éxito en Guadalajara: conectar con la afición.

En un club como Chivas, que juega con puros mexicanos, la relación entre el equipo y su gente es determinante. La identidad es lo que hace distinto y especial al equipo. Y cuando hay conexión con la grada, todo fluye mejor: hay paciencia, respaldo, confianza. Pero cuando la desconexión es evidente, el entorno se vuelve adverso y cada tropiezo parece pesar el doble.

Milito tiene la misión de recuperar la conexión entre el equipo y la grada; que todo Chivas se una para trabajar, corregir y construir un Rebaño fuerte de cara a instancias decisivas (Getty Images)

Por eso, el primer paso de Milito no debería ser practicar cómo sacar el balón desde atrás, ni ensayar jugadas a balón parado, sino construir un equipo que contagie desde el campo hacia las gradas. Las Chivas necesitan transmitir pasión, entrega, ambición. La afición rojiblanca exige resultados, pero también valora las formas: quiere un equipo que proponga, que ataque, que busque el protagonismo. Y también quiere ver futbolistas que “se partan la madre”, que luchen cada pelota como si fuera la última. Milito ha declarado que le gustan los equipos “con pasión”; intensos y comprometidos: ahora deberá plasmarlo desde el primer minuto, aparezcan o no los resultados.

Los antecedentes de Veljko Paunovic, Fernando Gago, Óscar García y Gerardo Espinoza

Para encontrar al último gran equipo que de verdad contagió a la afición, hay que remontarse hasta el ciclo de Veljko Paunovic en Chivas. El serbio supo ganarse a la gente no sólo por lo táctico, sino por su manera de comunicar. Hablaba con el corazón, se mostraba cercano, genuino e incluso usaba sus redes sociales para enviar mensajes de unidad.

Veljko Paunovic hizo de Chivas un equipo unido, fuerte, capaz de eliminar al América en el Estadio Azteca (Imago7)

Con un plantel que tenía sus limitaciones, Veljko Paunovic llegó a una final y cimentó su trabajo sobre la base de una comunión con el público. Otros entrenadores más recientes, como Fernando Gago, Óscar García, Gerardo Espinoza y hasta el interino, Arturo Ortega, no lograron ese vínculo. Y cuando no hay conexión, el crédito se agota más rápido, como sucedió con las últimas derrotas de cada ciclo, donde más allá de ganar o perder, no se veía un equipo que representara a la afición.

Gabriel Milito apela al recuerdo de Matías Almeyda

Chivas ya intentó replicar lo que inspiró un argentino como Matías Almeyda, aunque la personalidad, el carácter y las formas del Pelado en poco se asemejan a Fernando Gago. En cambio, Milito sí que se emparenta con rasgos de Almeyda: el fervor, la obsesión y hasta la voracidad que pretenden en sus equipos.

Milito ya se refirió en más de una ocasión a la etapa de Matías Almeyda, el último DT campeón con las Chivas de Guadalajara, en 2017 (Imago7)

Por eso no fue extraño que el propio Milito mencionara a Almeyda en sus primeras declaraciones como DT rojiblanco, con la intención de despertar confianza en una afición que no tiene tantas referencias de su trabajo antes de llegar al Guadalajara. A fin de cuentas, Milito parece tener claro que conectar con el público también será primordial para prosperar en su trabajo.