Chivas de Guadalajara es una referencia en el futbol mexicano. No solo en el plano deportivo, en donde es uno de los equipos más ganadores en la historia de la Liga MX, sino también en el institucional gracias a esa tradición única en el país -y en el mundo- de solo jugar con futbolistas nacidos en el patio local.
Gracias a lo que se ha construido a lo largo de los años, llegar al primer equipo de Chivas es el objetivo principal de todo jugador mexicano que aspire a la máxima exigencia pero también a la mejor de las recompensas. De allí a que el caso de Jordan Carrillo sea uno de los tantos que se encuentran en cada esquina del territorio azteca.
Mediocampista ofensivo con gran proyección, Carrillo se ha vuelto una de las ‘perlas’ más cotizadas del Santos Laguna. Debutó con los laguneros en el Guardianes 2020 y en este Apertura se ha consolidado al disputar 584′ minutos distribuidos en 13 partidos. Sin embargo, Jordan estuvo -y quiso- a punto de formar parte del Rebaño.
“De chiquito le iba a Chivas. Fui a una visoría, quedé, y me dije: ‘bueno, aquí es’. En Chivas me dijeron que me quedara a partir de julio. Se acercaba esa fecha y no me hablaron porque el que tenía mis datos y todo eso lo habían mandado a otro equipo y perdieron la comunicación conmigo“, contó Carrillo en una entrevista con TUDN.
El jugador de 19 años continúa con su relato en donde explica la frustración que le produjo no llegar a Chivas. “Mis papás me dijeron que ya estaba en edad y que ya podía irme a otro equipo. Estaba Santos, me había gustado mucho: sus instalaciones (TSM Corona) y nos instalamos. Al día siguien de eso me llaman desde Chivas y mi papá les dijo que ya me quedaba con el Santos“, relató.