Mucho se ha hablado de las reacciones de Tomás Boy fuera del campo de juego. Celebraciones exageradas, gestos dedicados a las gradas y hasta discusiones con futbolistas rivales.

Pero el Jefe, según la columna del Francotirador de Récord, esconde una actitud cariñosa detrás de ese entrenador con pocas pulgas que dirige a las Chivas.

“Se mostró muy cercano a sus jugadores tras el empate ante la Franja. Bajó de su palco para encontrarse con el equipo después de cumplir su sanción e intercambió puntos de vista con sus jugadores”, explicó en su columba.

Sin embargo, tuvo una muestra de afecto particular: “Con el Conejo Brizuela estuvo cerca de 20 minutos. Lo que más llamó la atención fue la manera en la que Boy lo apapachó. Después cerró la charla con una palmada en la espalda y una sonrisa de complicidad”.