El estreno del entrenador fue más que bueno, no sólo por los tres puntos fundamentales.

Fue muy satisfactorio el debut de Ricardo La Volpe, inaugurando así una nueva etapa en Chivas. Después de una semana plagada de novedades, con la salida de José Luis Real, la polémica con Jorge Vergara más la contratación y presentación inmediata y sorprendente de La Volpe, parecía que el equipo llegaba a visitar a Pachuca con la cabeza en cualquier parte menos en lo más importante: el partido.

Para colmo, apenas iban cuatro minutos cuando el local se puso en ventaja en el Estadio Hidalgo. A partir de ahí se puede decir que se vio la notable mejoría Rojiblanca: tal vez por eso, el equipo se soltó y empezó a mostrar lo mejor, porque ya en desventaja no tenía nada que perder. Entonces, comenzó a presionar bien, a tratar mejor la pelota, a llegar por los costados. Sin ser una maravilla, mostró una cara completamente renovada con respecto al 0-4 en el Clásico Nacional.

De esa manera, llegaron los tres goles y algunas ocasiones más sobre el arco de los Tuzos. Al menos, los futbolistas demostraron ganas y actitud para dar vuelta fuera de casa un encuentro que se presentaba esquivo. En otro momento, este tipo de compromisos se perdían. Ahora, con el Bigotón en el Banquillo, se pudo dar vuelta. Quizás sea casualidad, quizás no. Lo cierto es que se vio un mejor Chivas en el Hidalgo. Mejor así.