La carrera de un futbolista es corta si se compara con el resto de las profesiones. Con jugadores que se retiran, en general, entre los 34 y 38 años, les suele quedar más de media vida por delante luego de terminar lo que más les gusta hacer. El caso de Diego Cortés Padilla es aún más singular porque, por propia iniciativa, decidió retirarse a los 23 años.

En la primera entrega de la entrevista que le concedió a Rebaño Pasión, el exjugador del Club Deportivo Guadalajara reveló por qué decidió retirarse del futbol, ya desencantado de lo que había sido su pasión durante años. Además, repasó su experiencia con Matías Almeyda en una época de oro de Chivas.

En esta segunda entrega, Cortés platica sobre lo que es su actualidad, dedicado al mundo empresarial, en diversos rubros como el de bienes raíces, la actividad física y la estética, ya que inauguró una barbería recientemente. Por el momento, el futbol está totalmente alejado en su vida, pero hay una puerta abierta para alguna función administrativa.

Diego Cortés, ex Chivas, reveló las claves de la época de Almeyda

¿Cuál fue la clave de Almeyda para llevar al equipo a lograr aquella época tan exitosa?

Son varias las claves. Primero, saber qué significa ser un líder. Hoy, en muchas culturas, se piensa que el líder es quien va siempre al frente. Pero en este caso no era así. Él no se colocaba delante de todos, sino que se ponía detrás para poder ver a todos“.

La segunda clave fue su capacidad para integrar. Y cuando hablo de integrar, me refiero a hacerlo en un sentido amplio. No solo que todos los jugadores se sintieran importantes—que sí, eso es esencial—sino integrar a todas las áreas. Matías Almeyda integraba a la afición, al staff, a las fuerzas básicas“.

“Integraba el interés humano. Tenía claro que, más allá de ser futbolistas, todos los que formaban parte del club eran personas, con vidas fuera del campo, con historias, con necesidades. Y eso también cuenta. Entender esa dimensión lo hacía un gran líder“.

“Por supuesto que lo futbolístico es importante, pero como él mismo decía: ‘Hoy todos están en Primera porque saben jugar futbol’. Eso es lo que marca la diferencia, y es lo que también ves en cualquier empresa o grupo que trasciende. Él lo entendió muy bien y supo hacer que cada uno descubriera quién era, cuál era su lugar, y cómo aportar al equipo desde ahí”.

La actualidad de Diego Cortés, alejada del futbol

Luego de tu paso a préstamo por Morelia, decidiste retirarte a los 23 años, ¿ahora a qué te dedicas?

“Cuando todavía seguía jugando, con uno de mis hermanos comenzamos a generar un tema de negocio relacionado con inversiones en bienes raíces. Se trataba de un modelo similar a un seguro: tú me das todo el dinero y en un año te entregamos una cantidad determinada“.

“Cuando me fui del futbol, comencé a explorar esta área de las inversiones, ya que veía que era una gran oportunidad. Como futbolista, siempre se escuchan las etiquetas: ‘El futbolista solo sabe patear el balón’, ‘Se gasta todo el dinero’, entre otras. Aunque hay casos de todo tipo, en lo personal no quería ponerme esa etiqueta. Mi objetivo era demostrarme a mí mismo que había otro lado de la moneda“.

Diego Cortés en su gimnasio de boxeo. (@diegocortesp)

“Entonces, aproveché las relaciones que había creado en el fútbol para estructurar esquemas de inversión que funcionaron bastante bien, lo cual me fue apuntando a lo que hoy es mi negocio matriz: el tema inmobiliario. Comencé con una empresa de mis hermanos que se dedica al desarrollo y la construcción. Yo soy desarrollador de bienes raíces, pero además tengo un socio con el que dirigimos un estudio inmobiliario”.

Este estudio es ahora mi negocio principal. Hacemos proyectos que van desde la parte comercial e industrial, hasta inversiones, que es lo que más disfruto. Aunque el enfoque principal es la inmobiliaria. Además, he realizado otras inversiones. Por ejemplo, tengo un gimnasio de boxeo que se llama Blackbox, que es un proyecto que me apasiona. Recientemente también lancé una barbería, otro de mis proyectos“.

¿El futbol queda totalmente descartado?

No, no queda descartado del todo. A ver, como jugador, creo que sí, eso ya está cerrado… a menos que algún día, en broma lo decimos, llegue a comprar un equipo con alguien o que pase algo inesperado, pero eso es más parte de las charlas entre amigos, de divertirnos. Por ahora, volver a jugar de manera profesional sí está completamente descartado“.

Como entrenadorcreo que tampoco. Me gusta, se me hace algo interesante, pero no me veo regresando desde ese lugar. Donde sí podría volver es por otras vías, quizás en alguna área deportiva. No sé exactamente en qué rol, pero tal vez en algo más administrativo, . Algo que tenga que ver con lo deportivo, pero ‘con una camisa puesta’, por decirlo así”.

¿Qué opinas de los jugadores que se retiran, algunos también jóvenes, y no encuentran una manera de reinventarse?

“Creo que muchas veces es el futbol quien saca a los jugadores, no que el futbolista decida sacar el deporte de su vida. No lo digo porque uno tenga que dejarlo, sino por lo que implica que el futbol te saque a ti. Es muy común ver que, cuando un deportista deja esta profesión —ya sea por decisión propia o por circunstancias— su vida empieza a decaer“.

La vida suele empeorar y eso va ocurriendo poco a poco. No quiero decir que retirarse siempre tiene que llevar a algo negativo; pueden pasar muchas cosas, pero es muy raro que alguien, una vez que deja el futbol, vea que su vida mejora o que encuentra una nueva motivación, una nueva área que brille”.

Última foto como jugador posteada por Diego Cortés en su Instagram. (@diegocortesp)

Obviamente, reinventarse implica mucho trabajo. En mi caso, fue diferente: tuve que detenerme y mirar con claridad para encontrar una forma de cambiar, de seguir adelante sin que el proceso me golpeara tan fuerte. La verdad, no fue una decisión fácil, pero tampoco fue una situación dura. No me costó tiempo tomarla, pero sí fue difícil por todo lo que implicaba. Aun así, no fue doloroso en lo personal“.

El futbol, como muchos dicen, es más grande que una religión. Mueve mucho. Te encierra en una burbuja de aire, porque siempre da gusto decir que eres futbolista, hablar de ti desde esa identidad. Pero más allá de eso, rara vez uno se da cuenta de que su valor personal va mucho más allá del título de futbolista. Esto aplica para cualquiera, pero en el futbol se ve muy marcado”.

“Entonces, llega el momento en el que te preguntas: ‘Y ahora que ya no juego, ¿cómo me presento ante los demás? ¿Qué lugar te da la sociedad?’ Porque, seamos honestos, muchas veces uno llega a donde está gracias a que fue futbolista. Si estamos hablando aquí es porque fui futbolista”.