La fuerte patada que el defensor de Chivas, Antonio Briseño, le propinó a Giovani dos Santos en el Clásico Nacional puede traerle graves consecuencias, no sólo para el jugador, sino que también al Rebaño Sagrado.
En principio, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) debe esperar que este lunes, el árbitro del Superclásico, Fernando Guerrero, entregue el informe del partido y detalle la acción que terminó con la expulsión para el Pollo.
En caso que aquello ocurra, quedará expuesto a recibir, cómo mínimo, dos partidos de suspensión por tarjeta roja; sin embargo, la entidad y el rival pueden pedir que se sancione de oficio a Briseño, si es que se considera que la lesión de Gio es de gravedad.
Bajo el artículo 23 del reglamento de la Liga MX, el defensor se expone a quedar inhabilitado de jugar por Chivas hasta que finalmente dos Santos esté recuperado y pueda volver a jugar, lo que sería como mínimo seis semanas, e incluso, podría haberse despedido este sábado del Torneo de Apertura 2019.