Tras anotar el tercer gol contra Croacia, Chicharito se emocionó porque no le salían las cosas en el Tri.
Un año esperó Javier Hernández. Sí, increíblemente un año para volver a marcar en la Selección mexicana. Aquel 2-1 a Japón en junio de 2013 en la Copa Confederaciones, cuando hizo un doblete y falló un penal, ya es parte del recuerdo.
Hoy, el ex delantero de Chivas empezó a escribir una nueva historia. De cabeza, anotó el 3-0 a Croacia en la primera ronda del Mundial y, apenas concretado el tanto que definió el encuentro, su puso a llorar desconsoladamente. Sintió que era una descarga que quedará en su memoria seguramente.
Y afirmó el atacante: “Es un gol que me da muchísima confianza y hasta ahí, nunca me voy a sentir presionado ni nada. Yo no vivo del gol, vivo de disfrutar, de la confianza que me tengo a mí mismo y que muchísima gente, todo este año, no me la ha brindado y que no tengo que perder”.
Como si pareciera con sed de venganza, remarcó con bronca: “Siento que voy por buen camino y quiero seguir así, pero siempre he dicho que las estadísticas van a estar ahí para la gente que les gusta. Tuve tres años muy buenos con la Selección y después un año que no me meten en mi club y termino en la banca. Así que hay que vivir del presente, partido a partido”.
Sin dudas, fue la revancha de un verdadero grande.
Checa la emoción del enorme Chicharito en su festejo:
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Foto: Reuters