Omar Bravo acaparó las portadas de todos los diarios deportivos del país tras haberse convertido en el máximo goleador histórico del Rebaño.
Para muchos 123 puede ser solo un número, pero para Omar Bravo es una cifra que quedará para siempre en su memoria, ya que el delantero de 35 años alcanzó ayer ese número de goles en Liga como la playera rojiblanca y rompió así la marca histórica del Chava Reyes.
Esta marca tuvo un sabor especial para Omarcito, ya que fue la primera vez que estuvo presente en el estadio su hijo recién nacido, quien tuvo problemas de salud que obligaron al mochitense a abandonar la pretemporada.
No es tanto por los goles, sino por mi bebé
“Es la primera vez que viene al estadio, no sé si sea suerte, por eso estoy feliz, haberle dado la oportunidad y regalarle dos goles es algo muy importante, cuando crezca seguramente lo verá, no creo que alcance a verme jugar”, dijo luego de dedicarle los dos tantos.
“Tuvo una situación de salud que fue complicada, pero hemos tenido que sacar fuerzas desde el interior, la familia y ‘Chepo’ ha sido muy importante porque me ha apoyado siempre, desde la pretemporada, me permitió dedicarme a lo que será más importante hoy y siempre, que es la familia”, agregó.
“No es tanto por los goles, sino por mi bebé, es algo único, ya va a cumplir un mes y me tocó marcar dos goles. Seguramente, cuando él crezca, se los voy a mostrar. Feliz de la vida por el apoyo que me han dado en el club Jorge, Néstor, Chepo, y por las tres etapas en las que he estado en este club”, concluyó el goleador histórico.
