Las Chivas de Guadalajara tuvieron los arrestos para contrarrestar la peligrosa ofensiva del América que en todo momento les ha dado el éxito que hoy ostentan, pero la realidad es que el entrenador, Gerardo Espinoza, siempre tuvo en mente la forma de defenderse sobre el plan de juego que pretendía André Jardine para el partido de Ida por los Octavos de Final de la Concachampions.

El Rebaño Sagrado saltó a la cancha con una linea de cinco defensores, con Gilberto Sepúlveda, José Castillo y Miguel Tapias en el centro, mientras que Alan Mozo y Mateo Chávez por los costados para tapar las salidas de Alejandro Zendejas y Bryan Rodríguez tanto por derecha como por izquierda, respectivamente.

La clave de Hugo Camberos en Chivas 

Uno de los jugadores claves para las Chivas fue Hugo Camberos, quien empezó como extremo por la izquierda, pero bajaba al mediocampo para convertirse en un volante deteniendo las salida de Kevin Álvarez, quien en varias ocasiones se incorporó al frente, aunque siempre lo hizo con muchas dificultades para sacar centros al área.

La dinámica de Camberos también sirvió para defender en el área en distintas ocasiones, tanto en los tiros de esquina como en cualquier intento de contragolpe de los azulcremas, quienes se desesperaron en varios ocasiones por la falta de espacios para generar sus opciones claras de gol.

Pero esto también estuvo acompañado de la actitud combativa de cada jugar de Guadalajara, tanto en los titulares como en los que ingresaron de cambio. Un ejemplo claro fue Javier Hernández, quien entró a la cancha en la misma sintonía para busca un balón en el área o para cortar un centro a la hora de defender.

André Jardine intentó algunas variantes de tres cuartos de cancha hacia el frente con Diego Valdés, Javairo Dilrosun y Victor Dávila, aunque ninguno de ellos logró desequilibrar en la última linea del Rebaño que se supo agruparse para defender el gol con el que llegarán en ventaja al segundo capítulo de los Octavos de Final de la Concachampions. 

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