Los tres goles de ventaja que obtuvo el América en el Estadio Akron hacen muy difícil la remontada de Chivas , este miércoles en el Estadio Azteca. Sin embargo, un grande como el Rebaño Sagrado está obligado a darlo todo hasta las últimas consecuencias y obviamente, soñar con la hazaña en el Clásico Nacional correspondiente a la Concachampions.
Además del contundente marcador en el choque de Ida, lo cierto es que los dirigidos por Fernando Gago atraviesan también un mal momento futbolístico, por lo que no inspiran demasiada confianza en la afición de cara el encuentro de vuelta. No obstante, los partidos hay que jugarlos y hay dos factores que pueden serle útiles al Rebaño Sagrado.
América puede caer en exceso de confianza
Una buena manera de motivar a la plantilla rojiblanca podría ser colocando en el vestidor citas con todas las declaraciones que han surgido en la última semana. Desde los medios de comunicación y también en redes sociales se da por sentado que Chivas no tiene nada que hacer ante América en el Azteca.
Pero esto, más allá de si toca o no el orgullo de los jugadores de Chivas, también puede afectarle a los jugadores locales, que corren riesgo de salir a jugar con un exceso de confianza. En ese sentido, un gol tempranero del Rebaño podría ser un golpe emocional para las Águilas, que ya se ven en la próxima instancia pero aún deben de asegurar el boleto.
Chivas no tiene nada que perder
Muchas veces hay diferentes tipos de planteos tácticos, los cuales pueden salir bien o salir mal. En este caso, Gago y compañía saben que no tienen más opción que ir con todo a buscar el partido. El hecho de no tener nada que perder puede ser una especie de liberación para los jugadores rojiblancos, que incluso tienen todo por ganar, pues una remontada los metería en la historia grande del Clásico Nacional.
Asimismo, el Rebaño también puede ilusionarse y crecerse en caso de encontrar un gol que lo vuelva a meter en la eliminatoria. El futbol tiene un importante componente anímico y en caso de que Chivas convierta, podría soñar con la hazaña al mismo tiempo de que el América se llena de fantasmas, recordando también lo que pasó el año pasado, cuando los tapatíos silenciaron el Estadio Azteca con dos goles en la agonía del encuentro.
