La palabra “reto” está muy grabada en el diccionario de Cristian “Chicote” Calderón, alguien que ve esto no como algo que te frene, sino por el contrario, algo que te impulsa a ser mejor y a crecer en todos los aspectos.
Llegó a las Chivas con la bandera de ser uno de los mejores jugadores del torneo local y, en una entrevista para Azteca Deportes, el jugador rojiblanco contó cómo fue de especial para él llegar al Guadalajara en este mercado.
“Cuando me dijeron que era un hecho que venía para acá en el primero que pensé fue en el mi papá. Mi papá siempre ha sido chivista, obviamente me ha apoyado en el equipo que esté, siempre me ha dado su cariño, sus palabras de motivación (…) él estaba conmigo cuando me enteré, estábamos en Aguascalientesy ahí cambió su semblante y me dijo ‘que buena noticia me acabas de dar'”, relató el futbolista en la entrevista.
Remarcó que en ese momento entendió que “no puedes decirle que no a un equipo como Chivas” y fue entonces cuando aceptó la oferta y tomó rumbo hacia Guadalajara para volverse parte del club.
Recordó también los momentos difíciles que tuvo que pasar para llegar a ser el futbolista que es hoy, remarcando que más de una vez tenía que comprar unos zapatos “de 100 o 150 pesos” para poder entrenar, pero que para su familia era mucho dinero en aquel momento.
Su esfuerzo hizo que llegara ahora al Guadalajara como estrella y agradece a la afición el arropo que le ha dado desde su arribo al conjunto de Valle Verde.
“Es importantísimo (el cariño de la afición). Lo viví ahora en el primer partido con Venados, ahora que regresé a Aguascalientesy que cuando entrara de cambio la gente me aplaudiera o empezara a ovacionarme, realmente es muy bonito”, remarcó.
Ahora, “Chicote” comienza su nueva aventura en el Rebaño Sagrado con la responsabilidad de demostrar de qué está hecho y el por qué muchos lo consideran como uno de los jugadores con mejor juego de la Liga MX.