Las Chivas de Guadalajara, bajo la dirección técnica de Fernando Gago, se encuentran en una encrucijada defensiva de cara al Apertura 2024. Con Antonio Briseño en la rampa de salida y Gilberto Sepúlveda aún sin renovar su contrato, el Rebaño podría enfrentarse a un vacío en la zaga central.
El “Pollo” Briseño, quien supo ser un pilar en la defensa rojiblanca, cuenta sin dudas con mucha experiencia y liderazgo. Sin embargo, en el último torneo perdió la titularidad y es uno de los futbolistas transferibles en caso de que aparezcan ofertas en el próximo mercado de pases.
De hecho, ya se habla sobre el interés de equipos como Santos Laguna y Mazatlán para contar con Briseño. Aunque su salida no es segura, el Rebaño escuchará ofertas por uno de sus referentes, que al mismo tiempo es uno de los futbolistas mejores pagos dentro de la plantilla.
¿Problema en puerta? Chivas debería asegurarse antes la continuidad de Sepúlveda
Por otro lado, Gilberto Sepúlveda viene de tener un gran certamen, en el que se consolidó como uno de los mejores zagueros de la Liga MX. No obstante, el Tiba todavía continúa sin renovar su contrato, el cual finaliza en diciembre de este año.
Aunque se estima que hay buena voluntad de ambas partes para alcanzar un acuerdo, las negociaciones siempre son inciertas y resultaría arriesgado que la directiva se desprendiera de Briseño sin tener antes firmada la continuidad de Sepúlveda.
Las opciones defensivas de Chivas
Además de Briseño y Sepúlveda, Chivas cuenta con Jesús Orozco y Leonardo Sepúlveda en la zaga central. Ambos son jóvenes talentos, aunque Chiquete ya es un titular inamovible. Sin embargo, Sepúlveda todavía no tiene tanto rodaje al primer nivel.
En definitiva, la venta de Briseño sin la renovación de Sepúlveda podría ser un error estratégico. Si Sepúlveda decide no renovar su contrato, las Chivas se quedarían con pocas opciones para la zaga. El Rebaño debería de priorizar la renovación del Tiba y luego sí considerar la venta de Briseño.