La cardíaca definición nos hizo sufrir hasta el último segundo, como siempre. Pero no podía ser de otra forma, de sufrimiento y angustia está hecho el auténtico aficionado. Así se vivió desde la tribuna del Azteca.
Pulido le puso suspenso y otra vez un penal clave desperdiciado. Toño eligió un palo y parecía que no llegaba, pero acertó dejando la pierna en el medio.
La afición soltó el grito que tenía atragantado y liberó la tensión. Porque al fin la justicia divina se ponía de nuestro lado, del equipo que mejor había hecho las cosas en el partido, quien merecía la victoria.
$bp(“Brid_77583209”, {“id”:”6147″,”width”:”100%”,”height”:”400″,”video”:”71164″});
$bp(“Brid_77583229”, {“id”:”6147″,”width”:”100%”,”height”:”400″,”video”:”71165″});
La afición que, una vez más, demostró que es local en cualquier estadio del país :