Para los futbolistas, mejorar en la cancha requiere de más que solo habilidad técnica. Es por eso que el entrenamiento físico juega un papel fundamental en la carrera de un profesional, pero también para el amateur que quiere rendir al máximo con sus amigos.
Fortalece tu cuerpo para el juego
Aunque el futbol exige un trabajo constante de piernas, los músculos del torso y la espalda tienden a ser descuidados. Incorporando ejercicios en el gimnasio como pesas, sentadillas o press de banca, se logran equilibrar estos músculos, lo cual optimiza el rendimiento y disminuye las probabilidades de lesiones. Además, un mayor trabajo de fuerza en las piernas aumenta la velocidad y la resistencia.
Javier Zanetti, leyenda de Argentina y del Inter de Milán, es un claro ejemplo de cómo el entrenamiento físico complementa al fútbol. A sus más de 40 años, su rutina de gimnasio le permitió seguir jugando al máximo nivel: “Siempre jugué 2 partidos semanales. Aun así iba los lunes al gym a hacer fuerza. Ese fue mi secreto para evitar lesiones y jugar con nivel hasta los 41 años.”, explicó el ex defensor en una entrevista con Football Italia.
Cardio para mejorar la resistencia
Aunque el fútbol es un deporte aeróbico por naturaleza, agregar entrenamiento cardiovascular en el gimnasio mejora la resistencia general. Hacer sesiones de cardio o HIIT mejora la capacidad aeróbica, lo que es crucial para mantener el rendimiento durante los partidos.
Flexibilidad para evitar lesiones
El trabajo de estiramientos, yoga y pilates es esencial para mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones en un deporte tan exigente como el fútbol. Aumentar la elasticidad muscular mejora la capacidad de realizar movimientos rápidos y ágiles.
Recuperación adecuada
El entrenamiento no solo es intenso, también es necesario tomarse el tiempo para la recuperación. Ejercicios suaves, nadar o caminar en la cinta contribuyen a una mejor circulación y una recuperación más rápida tras los partidos.
Entrenamiento equilibrado
El secreto de un futbolista de alto rendimiento es el equilibrio entre la cancha y el gimnasio. Ambos trabajan en conjunto para fortalecer el cuerpo y optimizar la capacidad física, asegurando una carrera más longeva y libre de lesiones.