Las Chivas de Guadalajara vivieron sus mejores momentos de la época moderna bajo el mando de Matías Almeyda entre el 2015 y el 2018 cuando lograron cinco títulos de las siete finales que disputaron, pero lo que terminó con resultados exitosos, empezó con una historia con dimes y diretes entre Jorge Vergara y el presidente deportivo en ese momento, Néstor de la Torre.
Transcurría el Torneo Apertura 2015 cuando José Manuel de la Torre, hermano de Néstor, dirigía al Rebaño Sagrado y a pesar de que se habían salvado del descenso una campaña antes, siguieron con problemas para alcanzar el rendimiento y los triunfos esperados, por lo cual Jorge Vergara junto con José Luis Higuera tenían un as bajo la manga que venía de Argentina con la intención de levantar al equipo rojiblanco.
Néstor de la Torre se enteró de la llegada de Almeyda
El 14 de septiembre Chivas emitió un comunicado para hacer oficial la salida de Néstor de la Torre como presidente deportivo, con lo cual se uniría a su hermano Chepo para dar paso a un nuevo proyecto que inició en medio de muchas turbulencias, incluso la misma afición estaba en desacuerdo de que llegara un estratega con nulo conocimiento del futbol mexicano.
“Después de Tijuana yo no sabía nada, pero recibí, por medio de un representante, que había un entrenador que venía a firmar contrato (Matías Almeyda). Y que viene con cinco personas. De ahí voy a la casa de Jorge y le preguntó qué pasa y le digo de las formas, como siempre”.
“Habían visto el desarrollo del equipo que tenía una opción. Aquí, lo desagradable es que tenemos un técnico entrenando y a otro diciendo que viene a firmar contrato. Es muy desagradable. Yo no despedí a Chepo, pero sí propuse continuidad del proyecto con resultados. Vamos a Querétaro y ganamos, América no perdemos y las formas cuentan y le ganamos a Monterrey”, fue parte de lo que comentó Néstor de la Torre una vez que salió de Guadalajara.
Más tarde Jorge Vergara explicó que los resultados con el Chepo de la Torre nunca fueron convincentes, al menos en esa campaña, por ello decidió terminar con el proyecto: “Este fin de semana Néstor quiso echarse para atrás y pedir más semanas, con lo que ya no estuve de acuerdo. Era propuesta suya tres partidos más, pero quien manda en el futbol son los resultados, hagan lo que hagan. Siete puntos en la tabla, los números no mienten, si bien nos iba, íbamos a llegar a 15 puntos y nos íbamos al descenso”.
Al final la historia le dio la razón a Jorge Vergara como nunca volvió a suceder, porque el Pelado Almeyda consiguió lo que ningún estratega ha hecho desde el 2002 que adquirió al equipo. No solo consiguió campeonatos, también conectar con la afición y ganarse el respeto del futbol nacional e internacional, algo que hoy está muy lejos de la realidad en la que vive un equipo sin liderazgo en la dirección técnica ni el vestidor.