Oswaldo Sánchez es uno de los guardametas más prolíficos que ha dado el futbol mexicano en su historia y en las Chivas de Guadalajara escribió páginas doradas, no solo en lo personal sino que dejó una gran marca en el club que lo convierte en un verdadero ídolo para todos los Chivahermanos

La inesperada salida del Rebaño Sagrado dejó atónito a todo el futbol mexicano y muchos llegaron a juzgarlo y a señalarlo hasta de mercenario por firmar su traspaso a Santos Laguna, pero varios años después ha revelado más detalles que la opinión pública no dominaba en su momento. 

"Corría el año 2006. A pesar de que yo vivía un gran momento individual, en Chivas nos sentíamos en la cuerda floja porque no habíamos tenido la mejor campaña y nuestro puesto en la Liguilla dependía del papel en el repechaje. Justo ahí me llama la directiva para hacerme saber que no estaba en los planes del equipo para el próximo torneo", escribió Sánchez en un sentido mensaje publicado en su twitter. 

"Avanzamos a la final, pero unas cuantas horas de jugar ante Toluca, recibí una llamada del presidente de Santos para decirme que el equipo estaba a mi disposición y le pedí que me dejara concentrar en el partido que estaba por disputar, lo mismo pasó unos minutos después con el de Tigres y le di la misma respuesta", continuó. 

A pesar de todas estas distracciones, Oswaldo salió a la cancha a hacer lo que mejor sabe hacer, liderar y defender una portería para que las Chivas consiguieran un nuevo título para sus vitrinas. 

"No pueden imaginarse todas las distracciones que tenía yo, por un lado, estaba a punto de jugar una final con el equipo de mis amores, mientras que por el otro lado estaba pensando que sería mi último partido", aseguró un sentimental Oswaldo.