El ariete de Zacatepec es consciente de que, por ahora, no puede retornar a Guadalajara.
Luis Márquez es un muy buen delantero que fue cedido por Guadalajara a Zacatepec y allí rindió mucho, aunque por ahora no pasa un examen de fuego de Matías Almeyda: su peso. Así lo reconoció el propio atacante de 22 años, 1.73 m. y 83 kilos.
“Alguna vez hablé con él de eso, pero fue hace más de año y medio. Me dijo que si quería estar en Chivas debía bajar unos kilos de peso. Sí, el peso es lo que he trabajado todo el semestre en Zacatepec. Ya terminó mi préstamo, ya depende de Chivas el ver qué pasa. Me siento tranquilo, ya definirán lo que pase conmigo, estoy tranquilo y esperando a saber qué me concretan y aprovecharlo”, admitió Márquez.
“He trabajado todo el semestre para bajar de peso”.
“Con Matías no he hablado últimamente. He charlado con gente de la directiva y vamos por buen camino. Creo que aportaría mi técnica y el gran toque que me caracteriza. Soy un jugador diferente que puede hacer goles”, completó el ariete nacido en Jalisco, quien incluso le gritó dos veces a Tigres este año en un 3-1 por la Copa MX.
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