Tras alcanzar la gloria en el futbol mexicano con León, Edwin Hernández tuvo la oportunidad de llegar al América, pero su destino pasaba por Guadalajara . Por ahí de 2015, el lateral mexicano se encontraba en un dulce momento de la mano de Gustavo Matosas, entrenador que se convirtió en un protector de ese grupo de jugadores donde también se encontraba el Gullit Peña, otro elemento que posteriormente tuvo un paso con Chivas.

Para ese entonces, el Rebaño Sagrado tocó la puerta del Aris por primera ocasión. Y fue el propio futbolista quien la cerró por lealtad a Matosas.

“Antes de llegar a Chivas, preguntaron por mí. Querían llevar a Marco Fabián al León. La directiva quería hacer un cambio. Matosas me dijo que allá iba a ganar más, y le dije que mientras él siguiera en León, no me movía”, narró el ex-Chiva en el podcast el RePortero.

Pero la oportunidad de salir de León llegó muy rápido, apenas seis meses más tarde. Ahora sí estaba dispuesto a irse del equipo con el que había pasado los cuatro años previos: “Un semestre después. Ya estaba (Ricardo) La Volpe en Chivas y me marcó su auxiliar Flavio Davino. Matosas ya se había ido al América y nos quería llevar, pero no se pudo”.

“Empecé a tener roces con la directiva de León y empecé a pelear lo que trabajaba. Pedí que me dejaran ir”, añadió el nacido en la ciudad de Pachuca.

Si bien La Volpe no pasó mucho tiempo en Guadalajara, el trato ya era encabezado por la directiva. “Néstor de la Torre me buscó. Cuando me habló, le dije que sí quería ir a Guadalajara. Ahí empieza el tema de las Chivas, llego con el Chepo de la Torre como entrenador. Empezaba de cero, a picar piedra. No llegaba de titular, estaba Miguel Ponce. Cuando lo corren y llega Matías (Almeyda), ahí empezó lo bonito que me sucedió”, aseguró.

Líder del Rebaño Sagrado

Edwin Hernández pasó de 2015 a 2018 como elemento de las Chivas, donde se afianzó como el lateral por izquierda titular de la escuadra dirigida por el Pelado Almeyda y que ganó múltiples campeonatos en ese tiempo.

En Guadalajara disputó un total de 121 partidos, donde contabilizó nueve mil 875 minutos en el terreno de juego, y aportó únicamente dos goles y repartió nueve asistencias, además de 16 tarjetas amarillas y dos rojas.

¿Cuál era la clave de esas Chivas?

El Aris no tuvo problemas en admitir que la clave del éxito del equipo que alcanzó la gloria en 2017 pasó por el trabajo que los obligó a tener el Pelado Almeyda.

“Fue un equipo de época. Matías transmitía muchas cosas. Se preocupaba por uno en el lado humano, eso genera muchas cosas. Los entrenamientos eran muy duros, su pretemporada fue la más dura de mi carrera. Todos los días, en el físico, era a full”, dijo el canterano de Pachuca.

“Nosotros no vamos a ganar la liga si no estamos mejor físicamente que los demás. No vamos a ganar si no corremos más que ellos. Teníamos que estar 100% físicamente”, agregó.

Y tenía razón. Chivas logró ganar lo que hasta el momento es el último campeonato de la institución.