Luego de varios años defendiendo la playera de Chivas, Carlos Salcido logró dar el tan ansiado salto al Viejo Continente y a mediados del 2006 fue traspasado al PSV Eindhoven de los Países Bajos. A partir de allí, el defensor, con el correr del tiempo, terminó convirtiéndose en un auténtico emblema del fútbol mexicano (no solo por su compromiso en el campo de juego, sino también por su historia basada en afrontar el sacrificio y superar las adversidades constantemente). 

 

Teniendo una vida luchada y sin descanso desde una temprana edad, Salcido demostró que a base de sacrificio los objetivos y las metas pueden alcanzarse. El ex futbolista, rememorando sus inicios como jugador profesional, relató que él no la tuvo para nada fácil en ningún momento, pero a su vez decidió no bajar los brazos e ir en busca de sus sueños.

Luego de muchos años, Salcido volvió al Rebaño Sagrado a mediados del 2014

Exteriorizando durante la transmisión del Franjatón que el camino para alcanzar sus metas nunca estuvo allanado y contó con un sinfín de adversidades, Carlos, viajando al pasado y haciendo referencia a la época en la que trabajaba para dar sus primeros pasos en las Fuerzas Básicas, manifestó que en más de una oportunidad él no contaba con el dinero suficiente para trasladarse en autobús y debía ir caminando hasta las instalaciones del Rebaño.

Narrando la historia que en más de una oportunidad se repitió durante su infancia, el ex jugador explicó: “Había días que no tenía ni siquiera dinero para el autobús. Me despertaba a las cuatro o cinco de la mañana porque el entrenamiento era a las nueve y me iba caminando cuatro horas y media".

Salcido, en su primer ciclo como jugador de Chivas

Trasladándose al destino que tuvo su primer sueldo como jugador, Salcido, indicando que el mismo lo invirtió para arreglar la tumba de su madre, contó: "En ese tiempo querían ocupar el espacio de mi madre, porque el panteón cada vez estaba más lleno, alcancé a saberlo por parte de mi padre y la primera 'buena lanita’ que me cayó, la agarre y fui a pagar todos los intereses y todas las cosas que se debían y pude lograrle hacer un cuartito para ir a platicar, saber dónde estaba mi madre y que no me la quitaran de ahí para mis hermanos y toda mi familia".