Julián Quiñones volvió a estar en el ojo del huracán tras el último Clásico Nacional entre Chivas y América, mismo que terminó en empate 0-0 en el Estadio Akron. Se trató del tercer encuentro entre los dos equipos más grandes de México en sólo dos semanas, en una serie que quedó marcada por gritos raciales contra el colombiano.

Luego del partido, Quiñones fue supuestamente objeto de comentarios racistas por parte de un grupo de fanáticos, al igual que ocurrió en el primero de estos tres Clásicos, en la Ida de los Octavos de Final de Concachampions. En respuesta, el cafetero hizo un gesto como si sostuviera a un bebé y los llamó “hijos”. 

Así fue el intercambio de Quiñones en redes sociales

Este incidente generó polémica y derivó en un enfrentamiento con un comunicador llamado Edgar Romo en las redes sociales, luego de que lo catalogara como “provocador” e “incitador a la violencia”.

“Jajaja por qué no pones mejor lo que me gritaron en ese momento jajajaja payaso”, fue lo que respondió el delantero azulcrema en la red social X, otrora Twitter, a lo que Romo contestó: “Si hubo gritos discriminatorios se debe de sancionar Julián, pero tu eres profesional no debes de caer en el juego de ello. Eres un gran jugador y todo equipo desearía tener un tipo con tus cualidades. Sugiero metas queja”.

El incidente que involucró a Quiñones y los fanáticos de Chivas planteó dudas sobre la respuesta adecuada al comportamiento racista en el deporte y cómo abordar el tema. Mientras algunos criticaron a Quiñones por provocar a los fanáticos, otros argumentaron que la atención debería centrarse en indagar en los cánticos racistas dirigidos a él.

Incidentes reprobables

Como sea, el incidente sirve como recordatorio acerca de los desafíos que hay en la actualidad sobre cómo tocar el tema del racismo en los deportes y la importancia de promover la inclusión y el respeto entre los aficionados y los jugadores por igual.