En uno de los momentos más emotivos de la misa para despedir a Jorge Vergara, su hijo Amaury leyó una muy sentida carta dedicada a su padre, ante la atención de todos los aficionados y diferentes personalidades presentes.
“Son palabras de corazón. Quiero que el mundo sepa el gran amor que te tenemos todo lo que vivimos contigo. El gran amor y cariño que te mereces siempre”, expresó Amaury antes de iniciar.
“Querido padre, tú, que siempre me enseñaste que tener miedo a la muerte era un error, en cualquier momento, ysin saber, te salió el tiburón por la coladera. Tú me decías ‘el miedo no sirve para nada’. Durante mucho tiempo, no comprendía cómo se podía vivir una vida sin miedo. Hoy lo entiendo muy bien”, empezó.
“Te fuiste de este mundo conociendo el verdadero amor, el incondicional. El perdón trae las últimas grandes lecciones que nos diste en vida. Siempre agradeceré por acompañarte en la difícil etapa. Papá, lo lograste. Si tu cuerpo lo resintió, sé que tu alma accedió en esta vida. Me regalaste el apoyo más preciado de la conciencia, que es vivir una vida con valores, de luchar apasionadamente por lo que sueñas y deseas, porque lo merecemos, cada uno de nosotros nos merecemos felicidad y éxito” , afirmó Amaury, muy emociondo.
“Eras un fuera deserie. Cuando estaba contigo sentía que todo era posible. Jamás hablabas de una maneranegativa, siempre hablabas delfuturocomo si fuera un hecho, jamás te vi deprimido o derrotado, incluso en los momento másdifíciles, ni siquiera el día que te fuiste”, dijo.
“Confiar en el talento, apoyarlos en sus sueños. ¿Por qué sentimos que hasta tu partida esuna lección? Porque siempre confiaste en lo que pueda suceder. Gracias a tí, estoy seguro que todo es posible en la vida, que hacer el bien estará por encima de hacer el mal, que cuidar a la gente es una vocación hermosa. Trabajaste hasta el último día, como lo prometiste, y eso lo tienen que saber todos”, sumó.
“Quiero que todo el mundo sepa el padre que fuiste, lo que es verdaderamente un maestro de amor y de luz” , sentenció, generando el aplauso y el grito “Chivas, Chivas”, de todos los aficionados presentes en el Estadio Akron.