El futbol, a nivel mundial, suele entregar historias de vida dignas de una novela. El caso de Diego Cortés Padilla tiene todo lo que una película buscaría: esfuerzo, superación, amor, desencanto, reinvención y giros argumentativos que captarían la atención de cualquier espectador.
El exjugador del Club Deportivo Guadalajara repasó todas las vicisitudes de su vida y su corta carrera como futbolista en la primera entrega de la entrevista exclusiva que le concedió a Rebaño Pasión. Allí recordó sus inicios en el futbol, su estelar participación en un mundial juvenil con la Selección Mexicana y la decisión de retirarse a los 23 años, con contrato vigente en Chivas.
Luego, en la segunda entrega de la entrevista, Cortés platicó sobre cómo se vivió desde adentro la época de oro del Rebaño Sagrado bajo el mando de Matías Almeyda. Además, develó a qué se dedica en la actualidad, donde tiene varios frentes laborales abiertos. En esta tercera y última entrega, quien fuera un prometedor lateral derecho expone cómo vivió el proceso del retiro y una estafa que le tocó padecer.
–En un momento empezaste a ir y volver a Chivas con diferentes cesiones: Zacatepec, Tudelano y Morelia. ¿Cómo fueron esas experiencias?
“Para mí, Zacatepec representó el primer cambio real en lo futbolístico. Yo soy de Guadalajara, vivía en mi casa y tenía ciertas facilidades. Pero cuando llega tu primera salida, implica asumir responsabilidades que van más allá del futbol. Todo comienza a trasladarse también fuera de la cancha”.
“Cuando fui a Zacatepec tenía 18 o 19 años. La verdad es que me encontré con un grupo muy bueno. He tenido la suerte de estar en equipos donde la convivencia ha sido excelente, y este fue uno de ellos. Además, fue la primera vez que estuve en un equipo con extranjeros“.
“Eso cambió bastante la dinámica, porque yo venía de selecciones juveniles, donde todo era con mexicanos. Así que fue una experiencia diferente y enriquecedora. Es ahí donde empiezo a jugar más regularmente en el ascenso, con un ritmo que, en ese momento, era lo más parecido a Primera División”.
“En Tudelano pasó algo curioso. Mi representante fue a Zacatepec y surgieron algunas ofertas de equipos de primera división. Pero se hablaba ya de una oferta para irnos al Tudelano, prácticamente como algo obligatorio. ¿Por qué? Bueno, lo digo tal como fue”.
“Con las ofertas que había, si uno hubiera podido decidir con mayor claridad, con un mejor panorama, pues claramente no me habría ido al Tudelano. Me habría quedado con las opciones de Primera que estaban sobre la mesa. Esa es la realidad”.
“Hubo ciertas decisiones, probablemente desde la parte directiva, que nos limitaron. Básicamente fue un ‘no’ rotundo. Ya estaba hablado que iríamos a primera, y termino yendo a Tudelano, que era un equipo de segunda. Bien o mal, no era un club muy reconocido“.
“Pero ahí empezó otra experiencia. Ya no era solo lo futbolístico, claro que seguía jugando y tenía que estar enfocado, pero comencé a ver otras cosas que me empezaron a interesar: la vida fuera del campo“.
“Empecé a notar que muchos de mis amigos, después de cierta edad, se tomaban un año sabático, vivían experiencias distintas, viajaban, estudiaban. Y, de cierta forma, esto fue algo parecido para mí. Fue como un año sabático, pero con la responsabilidad de jugar fútbol”.
“Estoy muy agradecido y feliz, porque fue un club increíble. Generé relaciones muy buenas y tuvimos la oportunidad de jugar la Copa del Rey, que fue un torneo espectacular. En cuanto al torneo de liga, nos fue bien. No fue excelente, pero sí un buen torneo. Y justo estando allá me agarra la pandemia. Estuvimos unos seis o siete meses en plena temporada hasta que llegó la pandemia”.
–¿Cómo manejaste tu ego en el proceso de retiro? Porque eras joven y tenías la oportunidad de dedicarte a ser futbolista, estabas bien desde lo físico y tenías cierto reconocimiento.
“Mucho tiene que ver con lo que pasa en casa, con las personas que te rodean y en quienes te apoyas: tu pareja, tus amigos, tu familia. En mi caso particular, mi pareja siempre ha sido alguien que me aterriza bastante, por ideología”.
“Ver ese proceso y poder expresarlo, no necesariamente con alguien más, sino contigo mismo, es clave. Hablarlo, ponerlo en palabras, te permite darte cuenta de qué es lo que realmente te pesa, y desde ahí empezar a trabajarlo. Creo que una de las primeras cosas importantes es volver a escucharte a ti mismo“.
“Hay que considerar todos los escenarios: el económico, las relaciones personales, y también preguntarse qué pasa si llegas a tocar fondo. A mí me llegó a pasar, aunque no por lo futbolístico, sino por otras situaciones”.
–¿Por? ¿Qué te pasó?
“Hace un rato me preguntaban en un vivo de Instagram: ‘¿Cuál es el mejor consejo financiero que te han dado?’, y ahí empecé a hablar un poco de las soluciones que fui encontrando. Una de ellas surgió a partir de una experiencia muy dura: me hicieron un fraude muy grande. Además, había personas que confiaron en mí, y yo también participé en esa inversión. No sé si fue un fraude, pero sí te genera un hoyo negro. Sentís una tristeza muy profunda al pasar por algo así“.
–¿Quién te acercó a ese negocio que terminó siendo un fraude?
“Me llegó por el futbol. Ese también es uno de sus peligros, la exposición que genera. Cuando yo todavía jugaba me invitaron a invertir y me lo vendían como ‘el negocio de tu vida’. Luego el negocio no salió como yo pensaba”.
–¿Qué mensaje final te gustaría dejar a modo de reflexión?
“Algo que sucede muy seguido en el futbol es que se dice que el mundo ya no es igual cuando dejas de jugar. Y sí, tiene algo de cierto. Cuando estás dentro de la industria, cuando estás activo, parece que todo gira a tu alrededor“.
“Pero la verdad es que ese momento es muy corto, y con el tiempo te das cuenta de que hay un mundo mucho más grande más allá del futbol. Esto se nota mucho, especialmente en el tema económico, porque casi siempre los consejos que recibimos van por ahí. Pero no quiero que la reflexión quede solo en lo económico“.
“Mi mensaje va más hacia la vida cotidiana. Que nunca se queden con la imagen que el futbol les da como si fuera su identidad total. El futbol va a seguir existiendo, pero ellos, como jugadores, ya no van a estar ahí. Por eso, es importante que sepan quiénes son más allá de la cancha”.