El ex director de desarrollo deportivo de las Chivas de Guadalajara, Alebrt Benaiges fue acusado por el medio español Diari ARA de abuso sexual a menores de edad en al menos 60 ocasiones, razón por la cual su estancia en México fue corta ante la mala imagen con la que llegó el dirigente de 71 años.

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Fue en el 2014 cuando Benaiges arribó a la Perla Tapatía para tomar el cargo, sin embargo a los tres meses salió de la institución sin dar mayores explicaciones, aunque medios ibéricos señalaron que fue por algunos reclamos que ya existía en su contra por las acciones indecentes sobre los pequeños, casi siempre menores de 13 años.

 

Una investigación del periódico Diario ARA apunta a que Benaiges realizaba “juegos” y tenía actitudes de claro abuso sexual contra los niños, desde que empezó como profesor de educación física en la Escola Barcelona, donde forjó gran parte de su carrera, incluso había vuelto a la institución Blaugrana con Joan Laporta como presidente, pero el 2 de diciembre pasado salió del club de manera misteriosa.

En declaraciones del propio Benaiges, nunca negó los hechos, pero sí puntualizó que actualmente ya no haría nada al respecto: “Ahora no haría nada. Absolutamente nada. Estoy arrepentido de hacer todo esto, sí, pero no creo que hiciera nada malo. Nunca he hecho daño a nadie y, si lo he hecho, no ha sido intencionadamente. Tengo a un niño adoptado y a cuatro acogidos, tengo la conciencia tranquila, nunca he forzado a nadie”.

Jammedia

El ex dirigente llegó a Chivas cuando Rafael Puente estaba a cargo de la dirección deportiva en el 2014. Benaiges nació en México pero desde muy chico se fue a España junto con sus padres, por lo que toda su formación académica y profesional se dio en el país ibérico con el Barcelona, sobretodo, de donde salió hace apenas unos días a causa de dicha publicación.

“Benaiges era muy popular en la Escola Barcelona. Era el encargado de educación física y coordinaba el fútbol. El hecho de que trabajara a la vez en las categorías inferiores del Barça y de que llevara a jugadores del primer equipo a las fiestas de la escuela le daba un ascendiente muy grande sobre los menores y las familias. A muchos de ellos los llevó a jugar en el Sants –impulsó el futbol base– y en el propio Barça. Aprovechando esto, creaba un vínculo de confianza con los menores. 'Salías del comedor y ya estaba allí. Nos llevaba al gimnasio donde había juegos de pellizcos en los calzoncillos, el juego de apretarle el pene...", fue parte de lo que publicó el Diario ARA.