En un día como hoy, donde celebramos en todo el mundo el Día Internacional del Libro, ha aparecido en escena una de las historias más curiosas que han ocurrido en el Clásico Tapatío, entre el Club Deportivo Guadalajara y su rival de ciudad, el Atlas.

Nos tenemos que remontar hasta el 24 de abril de 1955, hace exactos 65 años, cuando ambas escuadras se enfrentaban por la Copa Occidente, y en menos de 20 minutos de juego, Chivas ya derrotaba a los rojinegros por 4-0.

El Rebaño Sagrado estuvo imparable en ese juego, y nuestro portero de entonces Jaime El Tubo Gómezestaba tan aburrido de que no le llegaran, que no tuvo mejor idea que tomar una revista que le lanzaron de la tribuna, sentarse en la cancha, apoyarse en el poste derecho de su arco y ponerse a leer Pepínuna publicación famosa en esos años.

Obviamente, el hecho provocó el enojo de los aficionados del Atlas que lo único que querían era entrar al campo para golpearlo; mientras en la cancha, ninguno de los protagonistas se enteró y el partido terminó con goleada rojiblanca por 5-0.

"Les estábamos dando un baile y ganábamos 4-0 desde el principio. En la tribuna alguien me hizo llegar una revista y me senté en uno de los postes a leer. Fue una burla, claro que le echaba un ojo al juego no lo descuidaba, pero no llegaban. El árbitro ni cuenta se dio", contó Gómez.

+ Una historia increíble... ¡Y real!