Después de la buena presentación colectiva que había tenido Chivas en la victoria sobre Pumas, como local, muchos aficionados se entusiasmaron por lo que podía hacer el equipo en su visita al Estadio Azteca, para visitar a Cruz Azul. Sin embargo, el choque de este sábado acabó siendo una pesadilla para el Rebaño Sagrado.
A poco de comenzar el juego, se vio un ritmo de partido muy alto , con los dos equipos intentando imponer su presión. En ese contexto, no sorprendió que el primer gol no tardara en llegar, aunque cayó del lado de la Máquina Cementera, que a partir de allí pudo dominar el encuentro con comodidad. Los dirigidos por Fernando Gago se vieron superados por uno de los líderes que tiene el certamen.
En definitiva, Chivas sufrió una dura derrota por 3-0, la cual obliga a reflexionar y trabajar de cara a la importante seguidilla de partidos que se viene. En Rebaño Pasión analizamos los motivos que llevaron a esta dolorosa derrota frente a la Máquina Cementera.
Fernando Gago no acertó en el planteo
En la previa al encuentro, el Rebaño tenía un desafío muy importante, pues Cruz Azul se presentaba como un equipo que podía arrebatarle el dominio del balón. La Máquina llegó al choque con un promedio de posesión muy alta (63,2%), mientras que Chivas apenas reunía un 53,2%. Muy pronto se comprobó que los argumentos rojiblancos no bastaban para quitarle la pelota a los locales. Por eso, Fernando Gago falló en su intento de presionar tan alto a un rival que tiene muy bien trabajada la salida desde el fondo. El portero Kevin Mier se lució con su capacidad de pase, saliendo incluso muy lejos del arco. El Rebaño presionó sin éxito, estirando sus líneas y siendo muy vulnerable en su transición defensiva. Las jugadas del segundo y tercer gol hablan por sí solas: esa presión tan alta no dio resultados.
Nobleza obliga, también es cierto que Chivas llegaba de jugar uno de sus mejores partidos en el torneo y el entrenador argentino respetó el mismo once inicial, con idéntica disposición táctica, salvo el sorpresivo cambio de bandas que realizó entre Roberto Alvarado y Cade Cowell.
Cruz Azul no perdonó los errores puntuales
Más allá de lo táctico, es un hecho que los que entran al campo son los jugadores. Y varios de ellos no tuvieron un buen partido.
Primer gol: Érick Gutiérrez perdió un balón en campo propio y le permitió a Cruz Azul contraatacar de inmediato. Un centro cayó al área y Leonardo Sepúlveda no pudo despejar.
Segundo gol: Tras una presión muy alta y solitaria de Fernando Beltrán hacia el portero Kevin Mier, el Rebaño se partió. Y Alan Mozo también salió muy lejos a un duelo que acabó perdiendo, obligando a un retroceso difícil y desesperado.
Tercer gol: Nuevamente una presión tardía hacia los receptores permitió el lanzamiento, donde Leo Sepúlveda, que tuvo una muy mala noche, estuvo muy débil en el marcaje contra Ángel Sepúlveda, quien asistió a Antuna.
El rival jugó un gran partido
Así como se dice que Chivas tuvo una noche para el olvido, también es justo reconocer al rival, pues los dirigidos por Martín Anselmi tuvieron una actuación muy completa. Desde el primer minuto fueron intensos en la presión y luego supieron aprovechar la confianza para ejecutar su plan, mover el balón y borrar al Rebaño del campo. Además, fueron efectivos y jugaron con mucha autoridad. En la primera mitad terminaron con un aplastante 72% de posesión. No por nada son líderes del certamen, aunque resta ver si pueden mantener el nivel. Chivas, en cambio, deberá tomar este golpe para reaccionar y volverse mád competitivo.