Las Chivas de Guadalajara están en pleno proceso de reestructuración de su plantilla, esto con vistas al Clausura 2025 de la Liga MX. Con la llegada de Óscar García Junyent como nuevo entrenador, el Rebaño busca no sólo un cambio de rumbo en lo deportivo, sino también en lo financiero.
Mientras algunos jugadores están cerca de definir su futuro en otros equipos, otros no entran en los planes del estratega y podrían ser dados de baja para abrir espacio a nuevas incorporaciones y darle un aire fresco al equipo. Esto también le permitirá a Chivas liberar masa salarial que podría ser utilizada en fichajes.
Confirmados: Antonio Briseño, Jesús Sánchez y su futuro inmediato
Entre las bajas confirmadas se encuentra la de Antonio Briseño, quien tendrá un nuevo desafío profesional en el Toluca. Con un salario anual de 18.5 millones de pesos, el Pollo dejará al equipo tras varios torneos defendiendo la playera rojiblanca. Otro caso es el de Jesús Sánchez, quien anunció su retiro del fútbol profesional tras una trayectoria destacada en el club. Su salario de 14.2 millones de pesos también quedará liberado en las arcas del Rebaño.
Por confirmar: Chiquete, Brizuela, Cisneros y Pavel Pérez
A estas salidas confirmadas podría sumarse la de Jesús Orozco Chiquete, quien estaría muy cerca de ser transferido al Cruz Azul. El joven defensor tendría un salario de 4.5 millones de pesos anuales. Por su parte, elementos como Isaác Brizuela, quien percibe 22.8 millones de pesos al año, y Carlos Cisneros, con un salario de 7.7 millones, no serán considerados por Óscar García Junyent.
Finalmente, Pavel Pérez cuyo último dato de su contrato ascendía a sólo 243,012 pesos anuales, también podría salir del plantel debido a su bajo protagonismo y ya es pretendido por el Necaxa de cara al próximo certamen de la Liga MX.
Un ahorro significativo para Chivas
Con estas bajas, confirmadas y pendientes, Chivas liberaría una cantidad significativa de recursos, la cual podría destinar a refuerzos. La suma total de los salarios involucrados asciende a 68.943.012 pesos anuales, lo que representaría un respiro importante para las finanzas rojiblancas.
El reto ahora para la directiva es aprovechar este margen financiero y tomar decisiones que beneficien tanto al equipo en el campo como a la institución en general. Los movimientos realizados en los próximos meses serán clave para definir el futuro del Rebaño Sagrado en el 2025.