Matías Almeyda, ex técnico de las Chivas de Guadalajara estaba dispuesto a donar 30 mil vacunas para su pueblo natal, Azul una provincia de Buenos Aires en Argentina, pero un tema burocrático le impidió llevar los fármacos, lo que tiene desanimado al “Pelado”, quien por el momento radica en Estados unidos.

Al principio de esta semana se informó que Almeyda ya había llegado a un acuerdo con un laboratorio en Estados Unidos, donde actualmente dirige al San José Earthquakes de la MLS, para comprar 30 mil inoculaciones y donarlas a Azul, que se encuentra en Buenos Aires, pero un político, de quien no reveló el nombre, le explicó que debe contar con la autorización de ministerio de Salud y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

“Llamé a un político importante de Argentina para decirle que quería vacunar a todo Azul, quería pagar todas las vacunas y no se pudo. No me importaba lo que iba a costar, si me quedaba sin lo que tenía no me importaba porque la pérdida de mi padre y de muchos conocidos me da mucha tristeza. Pero cuando hablé con este político que conozco me dijo que no se podía porque lo manejan los estados. No se puede a nivel privado hacer estas cosas, una lástima”, comentó el “Pelado” en declaraciones recogidas por la agencia AP.

Por su parte, Alejandro Vieyra, jefe de gabinete de la municipalidad de Azul lamentó la situación, pues era una buena oportunidad para apoyar en la vacunación del poblado que cuenta con alrededor de 65 mil habitantes y hasta el momento unas 12 mil personas han recibido la vacuna.

“Matías las tiene, nosotros no podemos perder esta posibilidad. En Estados Unidos sobran. Almeyda vio algunas situaciones y decidió por los contactos que tiene en Estados Unidos hacer este tipo de aportes. Averigua cómo se puede hacer y las tenía listas para pagarlas. Serían unas 30,000 vacunas. Creía que iba a ser un trámite más sencillo. Y no”, explicó Vieyra.

Argentina al igual que muchos países, sigue en el debate sobre los permisos para recibir las vacunas de la iniciativa privada, por ello los fármacos todavía tienen muchas restricciones y sólo se pueden controlar a través de los gobiernos federales.