Cuando alguien habla de Rafael Ortega se piensa en el famoso médico de los futbolistas y atletas por la serie de lesiones que ha atendido a lo largo de su experiencia como uno de los especialistas más reconocidos del país, pero pocos saben que el Atotonilco, fue jugador de las Chivas de Guadalajara y dejó su carrera para dedicarse a su máximo sueño, ser doctor.
Rafael Ortega ha pasado por varias profesiones que le han dado la experiencia de vivir de cerca la parte más triste de los deportistas, pero su capacidad como un especialista en la cirugía artroscópica le ha dado las bases para admitir que no se equivocó al haber dejado el futbol a los 27 años, jugando para el Rebaño Sagrado, justo cuando parecía que su carrera como futbolista podía despegar.
“Debuté en la Primera División a los 21 años (en Leones Negros), cuando cursaba el tercer semestre de Medicina, y pude llevar de la mano las dos cosas hasta que terminé mi internado atendiendo partos. Cuando termino esa etapa soy transferido al Guadalajara que acababa de ser campeón, precisamente cuando comienzo mi servicio social en un dispensario para gente de bajos recursos en el Cerro del Cuatro, en 1987. Ahí terminé mi año de servicio y precisamente el día que hago mi examen profesional, por la noche me toca marcar el único gol que metí en Chivas ante el Irapuato”.
“En mi segundo año en Chivas me metí a estudiar inglés, y cuando terminé esa temporada consideré que era momento de dejar el futbol para ponerme a estudiar mi especialidad, porque también para estudiar eso debes estar joven y fuerte, se requiere de muchos desvelos, de estar viviendo en los hospitales. Al primero que le platiqué mi decisión fue a Eduardo de la Torre, y él me dijo: ‘No ‘Zigzagueante’ -así me decía-, estás bromeando?’. Pues no, al finalizar la temporada 1988-89 me retiré del futbol, a los 27 años”, fue parte de lo que reveló Rafa Ortega en entrevista para El informador.
El dinero nunca fue importante para Rafa Ortega como futbolista
El médico que ha intervenido a atletas de la talla de Paola Espinoza, Rafael Márquez, Gerardo Torrado y Alberto Medina, solo por mencionar algunos, confesó que a pesar de jugar en las Chivas sabía que su prioridad era terminar su carrera y ejercer la profesión de médico especialista en ortopedia, hasta que se dio cuenta de lo que realmente quería hacer con su carrera.
“Me di cuenta de que no se hacía esto en México, y me nació la inquietud, por lo que me fui un año al sur de Texas a hacer cirugía artroscópica y estando allá, el jefe de servicios médicos de Chivas en ese entonces, Alfredo Sandoval, me invitó a ser el médico de cancha del equipo a lo cual me negué en ese momento para terminar mis estudios”.
“Yo no ganaba tanto como otros compañeros, ni en Chivas ni en UdeG, pero además, nunca pensé en el futbol como mi modus vivendi; fue algo que se dio mientras terminaba mi carrera de Medicina. Después me buscaron del Correcaminos y del Monterrey, pero no me hicieron cambiar de parecer. Sí tuve por ahí momentos de tristeza por no estar ya en el futbol, pero me duraban en lo que llegaba al hospital, donde se me olvidaba todo”, abundó el Atotonilco Ortega.
Rafa Ortega cumplió otro sueño, pero como médico de Chivas
Ortega reveló que después de terminar su carrera, hacer una especialidad y trabajar en el servicio público empezó su andar como doctor en el futbol al hacerse cargo de los servicios médicos del León y de la UdeG, hasta que en el 2002 lo invitaron a formar parte de Guadalajara como director médico del equipo de sus amores, aunque su debut en Primera División se dio con los Leones Negros.
“Al regresar a Guadalajara me tocó iniciar la clínica de artroscopía en el Hospital Civil, ahí me invitan a ser médico del León y acepto; después estuve como jefe de servicios médicos en UdeG, se termina ese proyecto y regreso a mis consultas privadas hasta que en 2002 recibo la invitación de integrarme a Chivas y ahí, para que veas, sí cumplí un sueño, siempre quise ser el director médico del Guadalajara”, comentó Ortega, quien del 2011 al 2012 fue presidente deportivo del Rebaño por invitación de Jorge Vergara.
Operar a Rafa Márquez fue su mejor publicidad
El especialista indicó que cuando Rafael Márquez estaba en Mónaco se lesionó una rodilla y él mismo zaguero le pidió que lo operara, lo cual le dio mayor visibilidad en la medicina deportiva para que su carrera tuviera un mayor despegue: “Rafa Márquez, que en ese entonces jugaba en Mónaco, regresó lesionado del Mundial de Corea-Japón. Viene de vacaciones a Guadalajara y Emilio Mora lo lleva a mi consultorio donde le diagnostiqué que había necesidad de operarlo. Regresa a Mónaco, en la fecha 3 se resintió y desde allá me pidió que lo operara. Esa cirugía fue muy difundida y fue la mejor recomendación que pude tener”, comentó para El Informador.