Las dos victorias en los últimos tres partidos por el Clausura le dieron un aire que le faltaba al argentino.
A excepción del Clásico Nacional en el que fue perjudicado por el arbitraje como casi siempre, el Guadalajara ganó dos de sus últimos tres partidos por el Clausura y hasta han renacido las esperanzas de clasificar a la Liguilla. Justamente en la previa al primero de esos triunfos, frente a Querétaro como visitante, Matías Almeyda estaba cargado de presión por los malos resultados y hasta se dudaba de su continuidad.
Sin embargo, luego de haber sumado seis de esos nueve puntos, ahora el entrenador argentino aparece tranquilo y consciente de que aún el equipo tiene más para dar. Con casi todos los elementos recuperados salvo Oswaldo Alanís, el Pelado se enfocará ahora en darle una alegría al público rojiblanco cuando reciba el sábado a Pumas. Más firme que nunca, Almeyda es valorado por la directiva y por buena parte de la afición. A seguir sumando de a tres entonces.
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