Cuando se confirmó que tres ediciones del Clásico Nacional se habían alineado para disputarse en un lapso de 10 días, que el profundo antagonismo se podría desbordar era una obviedad. Y desgraciadamente así ha sido, Chivas y América han provocado un hervidero de pasiones, mismo que ya derivó en peleas tanto dentro como fuera de la cancha

Anoche en el juego de Vuelta de los Octavos de Final de la Concachampions, se desató una bronca sobre el final del partido cuando una fuerte entrada de Pollo Briseño sobre Diego Valdés elevó los ánimos de los azulcrema, quienes se lanzaron a agredir al rival rojiblanco.

Pelea entre aficionados de Chivas y América

Asimismo, tan pronto se terminó el partido, se viralizó un video en el cual se aprecia a seguidores de ambos clubes mientras se encaran y pelean dentro de las instalaciones del Estadio Azteca. Algunos llegaron a los insultos y a los golpes, mientras que otros más intentaron calmar las cosas, según se puede ver en las imágenes.

Estos ejemplos son solo una muestra de la inmensa cantidad de casos en los que las agresiones se han salido de control. Un testimonio de un padre que acudió por primera vez al estadio para ver a su amado equipo rojiblanco, también deja una advertencia sobre lo riesgoso que se ha vuelto acudir a un partido de futbol, más cuando se ha sembrado tanto odio entre los clubes protagonistas.

Según relató a Rebaño Pasión el padre de familia quien no quiso revelar su identidad por miedo a que se tomen represalias, asistió al partido en la cabecera norte del inmueble. Ahí se sentó con su hijo en los lugares correspondientes, y se ilusionaron con el sorprendente inicio de partido que tuvo el Guadalajara. Sin embargo, tan pronto América marcó la primera anotación para su causa en el segundo tiempo, tras un autogol de Alan Mozo, la situación se tornó crítica

El testimonio del padre del niño afectado

“Comenzaron a aventarnos vasos de cerveza, a mi hijo de 7 años lo impactaron en la cabeza y terminó empapado. Yo pienso que con los niños no se deben meter, ellos no tienen la culpa. Mi hijo era su primera vez en un estadio y no se vale lo que le hicieron, no paró de llorar”, contó el aficionado tras el encuentro.

El papá volteó hacia arriba y se encontró con una veintena de fanáticos de los azulcremas mientas reían y se burlaban del menor, orgullosos de haberlo golpeado con sus vasos. El padre y fanático del Guadalajara acudió con un policía tan pronto acabó el partido, pero no tuvo respuesta.

Policía no hizo nada

Se me quedó viendo, le dije que me daba miedo exponer afuera a mi hijo a tanto salvajismo, pero no decía nada. Solo me dijo al final que no me podía ayudar”, lamentó el progenitor, quien, como pudo, se llevó a su hijo cuidando de no acercarse a grandes agrupaciones que pudieran amedrentarlos.

El Clásico Nacional se ha transformado en un nido de violencia que rebasó los límites al involucrar a menores desprotegidos. Y las autoridades no han podido hacer lo suficiente para disminuir los conatos de bronca que han manchado lo que debería ser una celebración deportiva única con tres partidos consecutivos entre los dos más grandes del futbol mexicano.