En esa fórmula mágica que ha encontrado el Rebaño Sagrado para atraer a futbolistas con doble nacionalidad, hay uno que empieza a tomar fuerza de cara al futuro. Se trata de Daniel Flores. El actual jugador del Tapatío, nació hace 21 años, un 11 de mayo pero de 2003, en la ciudad de Tucson, Arizona.
Con una estatura de 1.76 m, se desempeña en la función de lateral por izquierda. Si bien es un jugador que se desarrolló en la Academia del Real Salt Lake de la MLS, desde principios de 2022 forma parte de Guadalajara. Hace dos años y medio se integró al equipo U-19, donde pasó tres temporadas antes de dar el brinco a la U-23. Justamente un año después, el 1 de julio, dio otro paso en su proceso al integrarse a las filas del Tapatío en la Liga de Expansión.
Mejor debut, imposible
Daniel Flores debutó en la Jornada 1 del Apertura 2024, donde disputó los 90 minutos en su posición habitual y anotó el gol del empate. Cuando peor la pasaba el equipo filial del Rebaño Sagrado, el número 64 se aprovechó de un despiste de la defensiva de Leones Negros para entrar sin marca al segundo poste y rematar ante la portería descubierta.
Una anotación que festejó con mucha euforia junto a sus compañeros que realizaban estiramientos a un costado del córner. Esa es la carta de presentación que tuvo Flores en su nueva etapa con el Tapatío, a un paso de subir al primer equipo de Chivas y poder cumplir con uno de los sueños que se puso en el 2022 cuando decidió abandonar Estados Unidos y buscar suerte en Guadalajara.
De acuerdo con el sitio especializado Transfermarkt el pase del lateral izquierdo está valuado en 270 mil dólares. Este es Daniel Essau Flores Juárez, hijo de mexicanos que se fueron a Arizona en busca del Sueño Americano, pero que él decidió volver a donde todo comenzó para luchar por su propio sueño.