Si hay un jugador que cuenta con la confianza total del entrenador Veljko Paunović en el Club Guadalajara es Fernando Beltrán, el mediocampista que vive uno de los mejores momentos de su carrera después de haber superado varias adversidades que lo hicieron dudar de sus capacidades, pero que también se propiciaron por su mala actitud.

Hace un par de años el presente del Nene Beltrán estaba muy lejos de lo que es en la actualidad, pues no recibía muchas oportunidades por parte del entonces entrenador Víctor Manuel Vucetich, quien lo consideraba un jugador indisciplinado tácticamente, es decir, que se salía en muchas ocasiones de la zona de la cancha donde debía jugar.

Esto le afectó a Beltrán al grado de que ya no quería seguir en Chivas porque deseaba tener más minutos dentro de la cancha, no obstante la dirigencia en ese momento comandada por Ricardo Peláez y Amaury Vergara lo convencieron de quedarse, hasta que logró modificar su mentalidad y con Marcelo Leaño volvió a ser titular. 

Admite Beltrán que su actitud tampoco le ayudó en Chivas 

“No se me dio oportunidad, que sí trabaje. Pero siendo sincero, en cierta parte como no me metían y no jugaba tomé una actitud donde todo me valía. No tirándome a la hamaca pero queriéndome ir de aquí, en el sentido de que aquí no me valoran, no estoy bien. En unos pensamiento míos que no eran buenos, y eso hacía que no me acercara más al campo sino que me alejaba”.

Yo sé que no fui del gusto de técnicos, yo sé que no estuve en su gusto. Y todo lo que recibía de ellos en lugar de decir ‘saben qué voy a demostrar que sí’ lo recibía como, ‘a pues aquí no me quieren’. Eso es lo que tratado de decirles a los que suben, que traten de aprovechar la oportunidad cuando a un técnico le agradas porque después llega otro técnico que no le gustas y vas contrato corriente. Eso quiero expresar, que no toda la culpa la tiene el técnico, también la tiene uno por cómo trabaja y la actitud de cómo lo tomes”, fue parte de lo que reveló el Nene Beltrán en entrevista con Karina Herrera de TUDN.