La de Chivas en el Apertura 2024 es la crónica de un final anunciado. Un semestre cargado de conflictos, problemas, adversidades. Pocos motivos futbolísticos que invitaran a soñar. Pero aún así, lo esperable no deja de ser doloroso. Y más aún teniendo en cuenta cómo se dio el final: con una derrota de último segundo en el Clásico Tapatío vs. Atlas y en condición de local.
La afición de Chivas merece mucho más de lo que vivió este jueves en el Estadio Akron; mucho más de lo que atravesó a lo largo de este torneo, sin dejar de apoyar ni llenar estadios; mucho más de lo que ha tenido que soportar en los últimos años, con equipos poco competitivos y una clara distancia con aquellos que sí son candidatos reales a optar por títulos.
Amaury Vergara no puede omitir su responsabilidad por el momento que le toca sufrir a Chivas. Ya son cinco años de gestión. Muchos proyectos a mitad de camino pero ningún título. La obligación, a partir de hoy mismo, es la de reflexionar y tomar decisiones de cara a un mejor porvenir, sin pasar por alto el sentir de los aficionados. A continuación repasamos dos cuestiones que deben ser prioridad para el Rebaño Sagrado .
El nuevo entrenador de Chivas: no se puede perder más tiempo ni seguir haciendo apuestas
Puede entenderse que Amaury Vergara tenía en Fernando Hierro a una persona de confianza, conocedora del futbol y de la gestión meramente deportiva. Pero Hierro, Gago, Paunovic y todos los que se fueron ya cosa del pasado. Chivas debe mirar hacia adelante y lo primero es dejar de perder el tiempo con la elección del nuevo entrenador. Esto no implica tomárselo a la ligera y designar al primero que se cruce, pero la institución necesita un nuevo líder en el que confiar.
El próximo entrenador de Chivas tiene que ser alguien que conozca el futbol mexicano, que pueda plasmar un estilo que llegue a la afición. No se pueden hacer más apuestas como fueron Marcelo Michel Leaño, Ricardo Cadena o el propio Arturo Ortega. Un personaje como Guillermo Almada, por ejemplo, inspiraría confianza por el proyecto que ha encabezado con Pachuca; no es la única opción, pero Chivas no puede estar toda la vida esperando el regreso de Matías Almeyda. Toca evaluar y gestionar. Tomar decisiones. Reconstruir sobre lo que hay. Volver a colocar los cimientos de una institución que debe ser ganadora.
Entre la necesidad de fichajes y la apuesta por las Fuerzas Básicas: ¿Cómo reconquistar a la afición?
Todo el rollo de apostar por la cantera, de pensar a largo plazo, de no pagar sobreprecio por jugadores sobrevalorados, claro que tiene sentido. Pero Chivas es un gigante dormido que necesita despertar hoy mismo. No se le puede pedir todavía más paciencia a una afición que además advirtió con antelación que esta plantilla difícilmente podría estar a la altura. Y tuvo razón. Ya son varios años viendo a las mismas caras y así es difícil cambiar la dinámica. La inversión es necesaria porque no se puede iniciar un proyecto sin tener en cuenta la urgencia y el contexto de la Liga MX, con otros grandes reforzando cada año su nómina.
Así sean buenos profesionales, simpáticos, comprometidos, con eso no alcanza. Eso no implica que todos deban irse, pero sí hay que evaluar cada caso, ver qué es lo conveniente, determinar quiénes pueden ser prescindibles. Para un club como Chivas, no alcanza con que todas las divisiones accedan a la Liguilla, como celebró Amaury Vergara en sus redes sociales. Estar entre los ocho no es suficiente.
E incluso, si se habla de Fuerzas Básicas, tampoco sería para festejar si cada categoría es campeona. Porque en la cantera lo que importa es que los jóvenes aprendan, se desarrollen y puedan llegar lo más preparados posibles al primer equipo. ¿De qué sirven los títulos del Tapatío en 2023 si sólo un jugador acabó llegando al primer equipo? ¿De qué sirve tener la que probablemente sea la mejor cantera de México si luego estos juveniles no tienen el contexto adecuado en el primer equipo y acaban marchándose?