Tras su polémica llegada al club proveniente de Atlas, el delantero asegura que no tiene idea de qué hará la afición local el sábado, pero resalta que dará todo por Chivas.

Omar Bravo es el segundo máximo goleador en la historia del club. Sin embargo, cuando el año pasado fichó para Atlas, una parte de la afición se enojó con el atacante y lo consideró un traidor. En noviembre de 2013, Bravo regresó al Rebaño Sagrado y este sábado deberá ir al estadio de su exequipo.

Con respecto al clásico, Omarcito, de 34 años, admite que es incierto el recibimiento que le darán los simpatizantes locales en el estadio Jalisco: “Al final ellos me despidieron bien, no tengo idea de cómo pueda ser recibido pero yo pertenezco a Chivas y voy a dar todo por Guadalajara”.

Con relación a sus polémicas transferencias de un club a otro de Guadalajara durante el año que pasó, Bravo reconoce que fue al menos polémico pero no dramatiza: “Entiendo que hubo situaciones en un principio y por obvias razones no iba a ser el más querido, hubo muchos comentarios, pero el equipo y en la parte individual que me tocó, hicimos nuestro trabajo”.

Al momento de referirse a su situación personal, se mostró tranquilo ya que está reponiéndose de una molestia muscular y respetó el trabajo de José Luis Real: “Con mucha ansiedad, difícilmente a alguien le gusta ver los partidos desde la tribuna, es la parte que me ha tocado, apoyar al grupo. Estoy bien, voy mejor, he seguido las indicaciones en la rehabilitación y avanzando. Estoy con toda la disposición, yo sí quiero, pero hay quienes mandan y ponen un alto”.