Antes de que Chicharito Hernández se convirtiera en ídolo y leyenda de Chivas, Omar Bravo era el delantero favorito de la afición rojiblanca, pues escribió una historia llena de éxitos en el Guadalajara. El mundialista en Alemania 2006 ostenta la marca de más anotaciones en Liga MX con el Rebaño Sagrado, gracias a sus 132 dianas, cifra que actualmente sigue vigente.
En total marcó en 160 ocasiones como rojiblanco en diferentes competiciones oficiales, pero fue cuando logró alcanzar las 123 anotaciones como rojiblanco y pudo superar el registro que por décadas le perteneció a Chava Reyes, que rozó la gloria.
El 12 de agosto del 2015, el atacante sinaloense saltó a la cancha del Estadio Akron y con un doblete, comandó el triunfo del Rebaño Sagrado ante Morelia por 2-0 para así escribir su nombre con letras de oro al romper la marca que por 48 años perteneció a Salvador Reyes.
¿Qué dijo Omar Bravo sobre el récord de Chava Reyes?
“Desde luego que me siento súper orgulloso, es el fruto de muchos años de esfuerzo pero se vuelve un tanto relativo porque fui también un tanto privilegiado de estar en tres etapas distintas dentro del equipo, eso desde luego a mí me permitió poder ir sumando torneo tras torneo y eso me dio la oportunidad de poder alcanzar a Chava Reyes y poder superarlo, fui muy, muy afortunado”, recordó recientemente el delantero mochiteco en el podcast La Voz Rojiblanca.
Esa noche, al finalizar el encuentro la directiva rojiblanca le entregó el balón con el que anotó el gol 123 y un pedazo de la red de la portería en la que lo anotó.
“Siempre traté de dar lo mejor de mí, en malos y buenos momentos siempre traté de dar la cara en mi rendimiento individual y que después fuera redituable en lo colectivo”, abundó Bravo Tordecillas.
¿De qué equipo era aficionado Omar Bravo?
Sin embargo, el ahora exdelantero de 43 años nunca pensó que pudiera marcar ese hito en la historia del Guadalajara, sobre todo porque de niño soñaba con ser beisbolista, luego intentó convertirse en boxeador y, para colmo, ni siquiera era aficionado al Rebaño Sagrado.
“Del tema del récord, era impensable para mí que yo fuese a romper un récord o fuese a jugar en las Chivas a nivel profesional. Yo le iba a los Pumas, entonces llego a Guadalajara y me topo con un montón de cosas que yo jamás pensé que podía vivir. Llegué prácticamente como un jugador silvestre porque no tuve esa academia o experiencia que otros tenían en diferentes filtros en Chivas Verde Valle”, compartió.
Omarcito proviene de un barrio en Los Mochis que se llama La Cuchilla, donde se practica mucho box. “Pero a mí me gustaba el béisbol, hoy en día es a lo que a mí me gusta. Jugaba de short stop”, comentó.
Así llegó a Chivas
Pero Bravo poco a poco se adentró en el futbol y por aras del destino, su talento fue descubierto por visores del Guadalajara, quienes lo invitaron a sumarse a las filas del club, donde finalmente echó raíces y se enamoró de la mística del equipo más mexicano del país.
“Jugué un torneo nacional y tuve varias invitaciones, incluso de Pumas, me acuerdo porque me dieron una tarjetita del señor Alberto Echeverry, un visor de Pumas. Pero me invitan a una Copa Chivas, encuentro a jugadores de súper nivel de mi edad y dije ‘wow’. Me debuta ‘El Vikingo’ Dávalos, que irónicamente me retiro con él en la UdeG”, puntualizó.