Cuando Mariano Varela dijo "no estamos jugando mucho en este semestre", a razón de la rabia de la Chofis López al ser reemplazado en el duelo que se le ganó a Tijuana, se refiere a cosas como esta: Chivas recién ahora, con esos tres puntos obtenidos la semana pasada, alcanzó a estar en los puestos de liguilla.

Más de doce meses, todos, más abajo del octavo puesto. Aquello dista demasiado de lo que significa la historia del Guadalajara, uno de los equipos más ganadores del futbol mexicano. 

Así lo reseñó Récord: "La última ocasión que esto sucedió fue después de la Jornada 1 del Clausura 2018, en donde comenzaron su participación en ese certamen con un empate a un gol frente al Toluca, resultado que ubicó a los tapatíos en el séptimo lugar, la que fue su mejor posición durante 52 semanas".

El lapso de espera fue de 33 jornadas, 5.7% del tiempo. Mucho, demasiado. Aquello tiene que ser un aliciente para seguir.