Dentro de las múltiples críticas que se le han realizado al Club Deportivo Guadalajara en la presente temporada ha sido el excesivo gasto que se realizó en la contratación de refuerzos, sobretodo con la actualidad que estos tienen.

En el pasado mercado de pases, Chivas gastó 34 millones de dólares en la incorporación de futbolistas, sin contar los casi 15 millones que había pagado por Víctor Guzmán, quien finalmente no llegó producto de su doping positivo.

El mayor precio en la actualidad es Uriel Antuna, por el cual pagaron 11 millones de dólares al Manchester City por su ficha, y que hoy está castigado por indisciplina; mismo caso que el de Cristian Calderón, por el que invirtieron 8 millones de la moneda estadounidense.

¿Quieren más? Jesús Angulo (US$8 millones) no ha sido titular fijo en este proceso, aunque sí ha sido alternativa constante para Luis Fernando Tena, lo mismo que José Juan Vázquez (libre); mientras que Alexis Peña (US$4 millones) sólo juega con el Sub 20 y José Madueña (US$4 millones) se considera únicamente cuando Jesús Sánchez está lesionado y ni eso.

En momentos así, surge de inmediato la interrogante: ¿Fue necesario gastar tantos millones de dólares en jugadores que NO son titulares en Chivas? La respuesta la tienen tanto Amaury Vergara como Ricardo Peláez.