Las Chivas de Guadalajara ya tienen al refuerzo que tanto buscaban. La prioridad del cuerpo técnico y de la directiva pasaba por encontrar un marcador central. El elegido, finalmente, fue Diego Campillo, canterano rojiblanco que se había marchado al FC Juárez. El Rebaño montó todo una estrategia para hacerse nuevamente con su fichaje y poder reforzar la última línea.
Aunque Campillo también puede jugar como mediocentro, lo lógico sería verlo como uno de los tres centrales que suele utilizar el entrenador Gabriel Milito, quien ha apostado este esquema en sus primeros partidos al frente del equipo. Sin embargo, este movimiento también puede tener consecuencias para otros elementos de la plantilla.
Gilberto Sepúlveda viene siendo uno de los habituales titulares en la defensa de Chivas, pero su último semestre no fue del todo positivo. Y en esta pretemporada, el Tiba se sumó algo más tarde que sus compañeros, por lo que podría quedar algo relegado. Más ahora que Chivas cerró el regreso de Campillo, quien competirá por un lugar en la defensa.
De hecho, la presencia de Campillo puede resultar una amenaza para el Tiba Sepúlveda, ya que el flamante fichaje, a priori, encaja mejor con la idea de Milito: cuenta con muy bien pie, visión de juego, capacidad de conducción y cambios de orientación. En ese rol de stopper, el ahora ex jugador de Juárez parece aventajar a uno de los referentes como lo es el Tiba.
Más problemas para Gilberto Sepúlveda: Luis Romo convence como líbero
El otro lugar en el que puede actuar el Tiba Sepúlveda es el de líbero, pero por los mismos aspectos mencionados anteriormente, Milito tiene motivos de sobra para preferir a Luis Romo. El ex de Cruz Azul tiene muy claro ese rol siendo primer pase, poniendo calma cuando se lo necesita e incrustándose entre los volantes si hace falta, algo que por características y capacidades técnicas, Sepúlveda no está tan habituado a realizar.