El anuncio de que Chivas recibirá a Cruz Azul en el Estadio Jalisco y no en el Akron generó múltiples reclamos en redes sociales. Aficionados de equipos rivales acusaron de ayudas al Rebaño, señalando que el Guadalajara debía jugar sin público para cumplir con el castigo impuesto por el botellazo a Kevin Álvarez en el Clásico Nacional. Sin embargo, lo cierto es que la mudanza al Jalisco sí es reglamentaria.

La sanción de la Comisión Disciplinaria fue dictada con base en el Artículo 13 del Reglamento de Sanciones, el cual establece que en caso de veto al estadio, el club sancionado podrá buscar una seda alterna para ser local con presencia de público. Y en ese artículo no se establece unidad de medida para el nuevo estadio.

Este vacío legal ha sido aprovechado por Chivas, que se mantendrá en su misma ciudad, con una logística más sencilla, pero sin incumplir el reglamento. Algunos aficionados creían que el castigo debía aplicarse bajo los parámetros del Artículo 47, el cual sí específicaba una distancia de 50 kilometros para poder habilitar el cambio de sede.

En resumen: Chivas no rompe las reglas, aunque el caso deja en evidencia una ambigüedad en el reglamento que podría ser revisada en el futuro. El Rebaño Sagrado enfrentará a Cruz Azul en el Estadio Jalisco, cumpliendo con el veto, pero sin la obligación de jugar sin la presencia de público.

Los aficionados que no podrán asistir al Estadio Jalisco

La mala noticia es que hay aficionados que ya tenían asegurado su boleto en el Akron y se quedarán afuera del choque vs. Cruz Azul. “Los Palcohabientes del Estadio Akron no podrán ingresar a este partido, pero serán compensados con el primer partido de Liga MX que se lleve a cabo posterior a la vigencia de su contrato”, reza el comunicado oficial.