Carlos Peña Rodríguez, ex mediocampista de las Chivas de Guadalajara y más conocido como el "Gullit", puede encabezar cualquier lista de futbolistas que sencillamente le dieron una patada a la gloria o como en el Rebaño Sagrado, que fue considerado el peor refuerzo en toda la historia de la centenaria institución tapatía y en el caso de este seriado de Rebaño Pasión, una de las vergüenzas rojiblancas, quien en su momento estaba llamado a brillar a donde fuese, pero que los excesos de todo tipo exinguieron por completo su carrera deportiva.

El talentoso centrocampista, que formó parte del Club Deportivo Guadalajara durante el año 2016 en un muy breve ciclo, surgió de la productiva cantera del Pachuca. El nacido en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 29 de marzo de 1990, no despuntó de inmediato en la Primera División, más allá que desde su debut en abril de 2010, ya con 20 años de edad, demostró condiciones y talento suficiente para ganarse un lugar con los Tuzos en la Liga MX, pero fue necesario que saliera para encontrar su lugar en el club León, en el que le tuvieron paciencia y así rindió frutos.

El "Gullit" Peña, apodado así por su cabellera ensortijada y cierto parecido físico con el legendario delantero holandés, no solo se convirtió en una pieza fundamental para el club León, sino que en una de las figura más fulgurantes del futbol mexicano desde el Torneo Apertura 2012 de regreso en la Liga MX. Fue referente de aquel equipo que dirigió el uruguayo Gustavo Matosas y que conquistó el bicampeonato en 2014, toda una promesa cristalizada y con apenas 24 años de edad.

"Gullit" Peña se coronó bicampeón con el León de Gustavo Matosas (JAM media)

Caída libre con la Selección de México

El talentoso mediocampista se encontraba en la cúspide de su carrera en 2014 y estaba llamado a ser uno de los pilares de la selección mexicana en el Mundial de ese año en Brasil. Sin embargo, a unos meses de la justa, tuvo un declive alarmante en su desempeño deportivo que nunca encontró freno y esto provocó no solo que perdiera la titularidad en el Tri, sino que aquella versión del habilidoso capaz de marcar diferencia, no se viera más. En esa Copa del Mundo su presencia resultó anecdótica: participó solo algunos minutos, extraviado, ausente. Ya no era el "Gullit". El encanto fue efímero y se extinguió por completo.

Peña tras ese declive con la selección mexicana no recuperó su nivel (JAM media)

Desastre predecible en Guadalajara

Peña se marchó a las Chivas de Guadalajara, el 6 de diciembre de 2015, año y medio después de esa desalentadora participación con la selección mexicano y con la tristeza a flor de piel y entre lágrimas, por dejar al León. Un hecho que resultó un pésimo augurio y que con el paso de los meses se confirmó. El Rebaño Sagrado, que entonces desembolsó ocho millones de dólares por el mediocampista, vio su inversión perdida casi de inmediato. Había fichado a un fantasma y el 7 de diciembre de 2016 tras ser descartado por completo por el técnico argentino Matías Almeyda fue devuelto a Guanajuato, no sin que antes salieran a la luz pública diversos excesos del futbolista relacionados con la fiesta y el alcohol. 

El "Gullit" Peña estuvo apenas un año en Chivas (JAM media)

No volvió a levantar y comenzó a peregrinar por México y el mundo

El "Gullit" Peña regresó a casa y pasó desapercibido durante una segunda etapa con León, aunque el portugués Pedro Caixinha se lo llevó a Escocia con el legendario Rangers de Glasgow, en el que también resultó un fiasco, pero por si fuera poco, el técnico luso lo repatrió al asumir las riendas del Cruz Azul. Una nueva oportunidad para el volante y que terminó como otro sonoro golpe con la realidad. Salió de La Noria luego de confirmarse problemas de alcoholismo y el peregrinar no terminó, de ahí fue a jugar a: Polonia, volvió con Necaxa y bajó a los Correcaminos de su tierra natal, Tamaulipas, en donde una vez más no resultó tras la abolición del Ascenso MX y apostó por la Liga de Balompié Mexicano con el club Veracruzano de Futbol Tiburón, del que se marchó por nuevos inconvenientes internos, para quedar sin equipo.

Peña recibió la visita de Matosas este año en el club Tiburón (Club Veracruzano)

El mediocampista tamaulipeco, después de vivir sus mejores momentos en el club León, con el que incluso se le consideró el mejor futbolista mexicano de la Liga MX, nunca volvió a ser el mismo. A sus 30 años de edad, ya no tiene aquella potencia con la que era capaz de dejar rivales en el camino y poner un pase de gol, mucho menos ser el conductor con peso específico de los avances de su equipo, y tampoco el disparo de media distancia o de ser un finalizador de jugadas. Carlos Peña, el peor refuerzo en la historia de las Chivas, según sus aficionados, dejó a la posteridad una carrera desperdiciada y ahogada en los excesos.