Antonio Briseño, defensor de las Chivas de Guadalajara, hizo este miércoles una inesperada y oscura confesión acerca de la dolorosa y dura manera en que se dio su salida de Atlas, tras su participación en la Copa Mundial Sub 20 de Turquía en 2013, cuando todavía era un juvenil con una incipiente carrera profesional.

El portentoso central, de 25 años de edad, fue entrevistado este miércoles en exclusiva por el programa Los Líderes del Rebaño en la ciudad deportiva de Verde Valle y en la que reveló que ese "Mundial Sub 20 no fue un momento tan bueno, porque estaba en una etapa en 2013 que me quedaba un año de contrato en Atlas, pero me venden a Tigres y en ese Mundial yo tenía varias propuestas o acercamientos de equipos (en Europa) para poder irme vendido, pero ese Mundial era clave".

El "Pollo" Briseño, quien fue entrenado en Atlas por Tomás Boy, reconoció que "no me fue tan bien (jugó dos partidos y México quedó eliminada en segunda fase) y no se fueron por mi (los clubes de Europa) para comprarme. Pasa el año completo que me quedaba con Atlas y en ese año soy vendido a Tigres y los de Atlas me dicen: Ya no te queremos, al que sí queremos es a Poncho (Arturo González) y a él lo vamos a comprar y a ti ya no. Entonces, me dicen: Lo único que te queda es irte a Tigres, y yo sin contrato. Me podía ir a Europa, una decisión que no tomé, porque me dio miedo irme a Europa en ese momento y tomé la opción que me dio Tigres".

El defensor rojiblanco aseguró, en cambio, que uno de los momentos "que me ayudó mucho fue el campeonato mundial (Sub 17 en 2011). Evidentemente, ser campeón te abre las puertas, llegué a Primera División, me debutaron con la Pájara (Juan Carlos Chávez), gracias a ese Mundial, porque vas creciendo. Otro de los buenos momentos fue haber fichado con Tigres, porque aprendí muchísimo, estuve en campeonato, jugué Libertadores, jugué en uno de los equipos de la década, como dicen e irme a Europa también. Y por último, venir a Chivas, creo que es el más importante de mi carrera venir a esta institución".