El delantero hace mucho que está en un mal nivel y ayer falló dos chances claras para el triunfo. ¿Es hora de que vaya al banco?

Hace rato, al menos un año, que Omar Bravo ya no es el que supo ser, lamentablemente. Está lento, irresoluto, llega siempre un segundo tarde, no habita el área con la jerarquía que siempre lo caracterizó, no hace goles… Encima, el flojo funcionamiento de Chivas no lo ayuda y Aldo De Nigris, su compañero en ofensiva, tampoco anda bien.

Para colmo, ayer falló dos situaciones muy claras que le podrían haber dado el triunfo a Chivas en el debut en casa. En otro momento, Omarcito no las erraba y eran tres puntos para el Rebaño. Entre las lesiones y los cambios constantes de entrenadores en los últimos tiempos, nunca se terminó de saber bien qué rol ocupa Bravo en el equipo.

No hay nada para reprocharle desde la entrega, pero ¿no hay otro en un mejor nivel que él para ser titular?

Se sabe que es ídolo, capitán con o sin cinta y referente para los más jóvenes, pero la realidad es que en el fútbol actual no alcanza con eso para sobresalir. A sus 34 años, se lo ve muy lejos de su mejor forma física y, especialmente, futbolística hace ya demasiado tiempo. Chivas pelea por cosas muy serias y no puede esperar más a nadie.

Entonces, ¿qué es realmente lo que le pasa a Bravo? El Rojiblanco extraña a aquel atacante que hacía la diferencia.

Checa las dos chances clarísimas que falló Bravo en el debut:

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