Claudia Sheinbaum asumió este martes la presidencia de México y un sector de la afición de las Chivas de Guadalajara la presumió de forma épica. La primera mandataria sentenció en su toma de protesta como presidenta de la nación, que “es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres“. La mandataria fue recordada por un muy especial regalo que recibió durante su campaña a las elecciones presidenciales, que conquistó.
La primera mujer presidenta de México, en 530 años de historia republicana, reiteró algunas consignas claves en el discurso obradorista. Pero, en su narrativa se distinguió de su predecesor en la intención de hacer política desde el amor y no desde el odio. Lo que expresó cuando recibió la constancia como mandataria electa.
Sheinbaum es una confesa aficionada a los Pumas de la UNAM, pero también guarda un especial cariño por el club “puro mexicano”. Por ello, un grupo de sus adeptos chivahermanos aprovechó la especial fecha para rememorar un episodio que tuvo con el Guadalajara en su campaña.
La cuenta NotiChivas posteó una foto de la entonces candidata presidencial con la playera rojiblanca, que le obsequiaron tras el regreso de Chicharito. Refirió la publicación, que “Claudia Sheinbaum es la primer presidenta mujer de México. Y obviamente, tenía que estar con la playera de Chivas“. La ahora mandataria nacional confirmó en su toma de protesta, que “no les voy a defraudar. Les convoco a seguir haciendo historia. ¡Que viva la Cuarta Transformación!”.
La dedicatoria de Claudia Sheinbaum a las mujeres
La nueva presidenta de México dedicó su llegada al poder a las mujeres de todas las generaciones y también a la diversidad sexual. Esto, después de colocarse la banda presidencial de manos del la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez.
Sheinbaum Pardo aseguró en su toma de protesta como mandataria, que no llega sola. Sino, que también “llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas, hermosas y valientes y llegan nuestras nietas. Llegan ellas, las que soñaron por la posibilidad de qué un día no importaría si nacíamos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices“.
La primera mandataria de la nación concluyó que “durante mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas. A muchas de nosotras nos contaron una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres. Poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo. Hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de México, desde diferentes trincheras. Y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas. Con ello, hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con A al final, al igual que científica, abogada, bombera, doctora, maestra, ingeniera con A, porqué nos están enseñado que sólo lo que se nombra existe”.