Poco menos de siete meses duró la apuesta de Leo Beenhakker con las Chivas a principios de los años 90. El neerlandés llegaba como el elegido para darle al Rebaño Sagrado un juego espectacular, pero su etapa terminó de manera decepcionante al no poder ni siquiera alcanzar el repechaje en su único torneo con el Guadalajara.

El entonces presidente de la Promotora Deportiva Guadalajara, Salvador Martínez Garza, tenía en mente dar continuidad al proyecto con el de Países Bajos al frente, pero Beenhakker no quedó a gusto, y se marchó, no sin antes, dar al directivo algunas recomendaciones para apuntalar al equipo que llevaba nueve años sin títulos.

La anécdota de Tuca Ferretti con Leo Beenhakker

Leo le aconsejó a Martínez Garza que contratara a Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, quien apenas tenía cuatro años como técnico en Pumas, pero ya el de Rotterdam lo consideraba como el mejor entrenador de México con todo y su inexperiencia.

“Muy importante, cuando salgo de Pumas nunca me imaginé dirigir a Chivas. Recuerdo bien que Leo Beenhakker me hace una llamada, fue de los entrenadores que no le pude ganar, él con Chivas y América y yo con Pumas, nunca le pude ganar. Ya había terminado la temporada para Pumas, y recibo la llamada de Leo Beenhakker y le decía ‘qué orgullo de poder trabajar con usted de auxiliar’, y dice ‘no, tú te vienes a quedar en mi lugar’”, contó Ferretti hace unos años.

Ferretti dio al Rebaño la décima copa

El carácter férreo de Ferretti agradó a los dirigentes del conjunto rojiblanco y tomaron el consejo de Beenhakker, quien no se equivocó, porque fue Tuca quien llevó el décimo título de liga a las vitrinas del Club Deportivo Guadalajara en el Verano 1997.

En el lapso en que dirigió a Chivas, de 1996 al año 2000, Salvador Martínez Garza, estaba maravillado con el brasileño, pero no pudo evitar su partida ante la crisis económica que atravesaba el club, y que a la postre, significaría el fin de la era como Asociación Civil para dar paso a la época de Jorge Vergara ya como Sociedad Anónima.