Los cinco torneos sin clasificar a la Liguilla obligaron a la directiva de Chivas a hacer un gran gasto de dinero para reforzar el equipo de cara al 2020. De la mano de Ricardo Peláez, el club hizo los esfuerzos y armó un plantel competitivo con una inversión sin igual en este mercado de pases. Por tal motivo, el equipo fue catalogado como “Súper Chivas” o “Chivas Galácticas”. Sin dudas, motes exagerados, pero que reflejaron la expectativa con la nueva plantilla. Sin embargo, con cinco Jornadasdisputadas del Clausura, el rendimiento aún no apareció y la historia de los últimos años al momento se repite.

Los de Luis Fernando Tena consiguieron sólo seis de los 15 puntos que disputaron en el torneo. Luego del triunfo ante Juárez en el debut, no pudieron sumar de a tres en la Liga MX. Con esos números, El Rebaño se ubica por fuera de zona de clasificación a la Fiesta Grande.

El problema de Chivas es que, a pesar de tener muy buenos elementos, aún no pudo congeniarlos en un once que funcione. Sumado a que, individualmente, los refuerzos todavía no se adaptaron y los que ya estaban no levantaron su nivel.

El único refuerzo que no vio minutos fue Alexis Peña. El resto jugó al menos un partido. José Juan Macías fue el que más participó con 248 minutos, pero sólo marcó un gol.

Uno de los refuerzos, tal vez el más importante a nivel futbolístico, fue Víctor Guzmán, con quien no pudo contar Tena por su doping positivo. Pocho fue la inversión más alta que hizo el club tapatío y significó una baja sensible a lo que estaba contemplado.

Otro de los motivos de la irregularidad es la cantidad de lesiones que sufrió Chivas en el inicio de año. Macías, Alxis Vega,Hiram Mier yJesús Sánchez se vieron afectados por molestias físicas.

Por último, el entrenador Luis Fernando Tena improvisó en el duelo de ida de la Copa MX contra Dorados y provocó la derrota que significaría la eliminación del Rebaño en el torneo una semana después.