Es uno de los jugadores del momento. Su gran nivel con Cruz Azul, el equipo sensación de la Liga MX, le valió el llamado para representar a la Selección Mexicana. Sin embargo, en Chivas, donde inició su carrera como futbolista, Alexis Gutiérrez no pudo demostrar su calidad. O al menos no con el primer equipo.
Mediocampista zurdo, con grandes cualidades técnicas, Alexis Gutiérrez ha encajado a la perfección en el estilo que pregona Martín Anselmi. Por eso el debate se ha instalado entre los aficionados rojiblancos: ¿Chivas no supo aprovechar su talento? ¿O simplemente fue un contexto en el que era difícil consolidarse?
Alexis Gutiérrez ya brillaba en las Fuerzas Básicas de Chivas
En agosto de 2015, las Chivas de Guadalajara dieron cuenta del gran nivel que tiene su cantera. En un Torneo Sub-15 Internacional organizado por la Liga MX, el Rebaño se consagró campeón. En la Final, fue goleada por 4-1 ante un respetable equipo como el Eintracht Frankfurt.
Alexis Gutiérrez fue la gran figura del encuentro, siendo el autor de dos goles. Los juveniles rojiblancos festejaron en la inmensidad del Estadio Azteca, tras coronarse invictos con siete victorias y un empate en ocho jornadas; como si fuera poco, números impresionantes: 28 goles a favor y sólo dos en contra. Dos zurdados de Gutiérrez, sumado a otro gol de Kevin Magaña y uno en propia puerta de los alemanes, bastaron para que Chivas goleara por 4-1 al Eintracht.
El paso de Alexis Gutiérrez por Chivas
“En su momento dejó todo por el futbol. En día de Reyes pedía un balón de futbol, un uniforme y sus tachones. Nunca pidió un juguete”, reveló el padre de Alexis Gutiérrez a ESPN luego de aquella consagración Sub-15. El mediocampista recaló en el Rebaño cuando apenas tenía seis años, visoreado en un torneo estatal disputado en Celaya, por el exjugador rojiblanco Gabriel “Nene” Zapiaín.
Ricardo Peláez admiró sus condiciones y lo llevó a Cruz Azul, cuando estuvo como directivo de la Máquina. Luego, en el Rebaño, volvió a ficharlo aunque para el Tapatío y calidad de cedido: jugó 29 partidos y dio dos asistencias antes de regresar a La Noria, donde poco a poco comenzaría a ganar protagonismo para finalmente convertirse en un pilar para Martín Anselmi y ganarse la convocatoria para representar a la Selección Mexicana.
