Chivas tuvo una noche muy complicada en la cancha del Estadio Victoria durante su visita al Necaxa, en donde la suerte y el ímpetu fueron claves para que el Guadalajara abriera el marcador en una jugada sumamente extraña que coronó Gilberto Sepúlveda.
Óscar García Junyent apostó por un Rebaño juvenil, por lo que la juventud le ocasionó algunos problemas en el manejo del partido; sin embargo, el timonel español sacudió a su once en el descanso, encontrando rápidamente el primer gol de la noche.
En un tiro de esquina, Hugo Camberos mandó un centro preciso al segundo poste para la llegada con fuerza de Érick Gutiérrez, quien colocó la pelota al corazón del área chica, en donde la redonda quedó a merced de José Rodríguez.
Sin embargo, el futbolista hidrocálido controló mal el esférico, por lo que Gilberto Sepúlveda lo presionó y le impactó el balón para empujarlo al fondo de las redes en pleno caos dentro del área de la escuadra de Aguascalientes.