Chivas es un club sumamente importante, por lo que muchos jugadores no son capaces de soportar el peso de la camiseta rojiblanca, por lo que al salir del Rebaño suelen alcanzar su mejor versión futbolística, tal y como le está sucediendo a Pavel Pérez con la escuadra del Necaxa.
El Guadalajara se había ido arriba en el marcador gracias a una diana de Gilberto Sepúlveda; sin embargo, los hidrocálidos fueron capaces de reaccionar con rapidez para emparejar la pizarra, aunque se suscitó con la colaboración de la inexperiencia de los canteranos.
En una pelota controlada en tres cuartos de cancha, Paradela mandó un servicio frontal al corazón del área, en donde los defensores perdieron la marca y Eduardo García se quedó amarrado en la línea de gol, permitiendo que Pavel Pérez se elevara y rematara de cabeza para mandar la pelota al fondo de las redes.
La Chata no olvida su pasado en el chiverío, por lo que decidió no festejar su primer gol con el conjunto de Necaxa, sino que pidió perdón a la afición rojiblanca, pese a que implicó el empate en el marcador.