Conforme van avanzando las horas, los rumores que colocan a Alexis Vega como nuevo refuerzo de Cruz Azul para el Clausura 2024 siguen tomando fuerza; sin embargo, han comenzado a surgir los motivos por los que el delantero decidió abandonar a Chivas para recalar en La Noria.
Es un hecho de que en el Guadalajara ya no querían contar con Gru para el próximo semestre, principalmente por el elevado sueldo y sus constantes indisciplinas, por lo que Fernando Hierro se apresuró a buscarle acomodo al delantero y la Máquina sería el conjunto más interesado.
Hasta el momento no se ha hecho oficial el traspaso por ninguna de las dos instituciones; sin embargo, diversos reporteros de ambas fuentes han confirmado que están muy cerca los clubes de alcanzar un acuerdo para concretar la negociación.
Para que estas negociaciones lleguen a buen puerto es necesario contar con el aval del futbolista, quien ve con muy buenos ojos el jugar en Cruz Azul para el Clausura 2024 y lo hace por diversos motivos.
Sigue en órbita de Selección Mexicana
Uno de los factores que convenció a Vega de jugar en La Máquina es que es una institución de renombre a nivel nacional, por lo que se mantendrá en el radar de Jaime Lozano y la Selección para seguir siendo tomado en cuenta.
Cercanía con su familia
Hay que recordar que Alexis Vega es oriundo de la Ciudad de México, por lo que inclusive durante las vacaciones solía visitar la capital del país para estar cerca de su familia, por lo que fue un factor para dar el sí.
Sueldo elevado
Tomando en cuenta de que Vega es el jugador con el sueldo más elevado en la historia del Guadalajara, el propio futbolista y su grupo de representantes no querían perder esos ingresos, por lo que encontraron en Cruz Azul una oferta con una ligera reducción de salario, la opción más cercana a lo que ofrecía el Rebaño.
Nostalgia
Alexis Vega ha manifestado en diversos espacios que desde niño era un fiel aficionado al Cruz Azul por influencia de un familiar, por lo que estaría dispuesto a cumplir ese sueño a sus 25 años de edad.
