Muchos equipos del mundo adoptan a cualquier animal como símbolo pero en el caso de Chivas de Guadalajara la historia es más que llamativa por la manera en que nació y cómo se volvió un símbolo para la institución.

El relato se remonta al año 1948 cuando en el diario El Informador donde trabajaba un periodista llamado Reinaldo Martín del Campo, quien firmaba como Anotador, conocido por ser aficionado del Atlas. Debió corregir la nota de su compañero Manuel Gómez Gutiérrez "Magog", seguidor rojiblanco, del partido en el que el Rebaño Sagrado se impuso 1-0 a Tampico.

Pero Anotador no pudo aguantar las críticas. "Jugaron a las carreras y ganaron las ‘chivas’ uno a cero”, en alusión a un grito que escuchó de un aficionado en las gradas del estadio Felipe Martínez Sandoval: "¡Míralos, parecen Chivas!".

La crónica fue sin piedad por parte del reportero. "Uno de los partidos más desastrosos que hemos presenciado en los torneos de Liga Mayor...No valió la pena el evento, que se fue haciendo tedioso a medida que transcurría, pues los jugadores se concretaban a ejecutar carreras por todos lados, sin organizar ningún avance digno de mención...El verdadero futbol brilló por su ausencia".

La afición de Atlas empezó a llamar despectivamente de esta manera pero desde Guadalajara empezaron a darle la vuelta para que el Chivas sea un sello para nuestra institución. Una burla que pasó a ser una insignia.